miércoles, 21 de diciembre de 2011

Fighting Spirit / Espírutu Luchador

♪ ¿Qué vas a hacer cuando tu amor se haya ido? ¿De quién vas a jugar cuando el juego se haya acabado? ¿Dónde vas a ir cuando el pájaro se haya volado? ¿Cómo vas a jugar cuando estés solo? Mantén el espíritu de lucha de amor ♪

Quizás esas preguntas tan abstractas, sean troncales en la existencia de muchos seres humanos. Quiero decir con ello que, como plantean situaciones de difícil resolución a priori -en el pensamiento deductivo tan propio del previo a cualquier acontecimiento que suceda- el individuo puede llegar a fantasear con diversas respuestas que, a la hora del enfrentamiento con la realidad, puede ni siquiera llegar a condecirse con el accionar que se pone en marcha en ese momento. Podemos pasar toda una vida hipotetizando qué haremos en tal o cual situación pero es más que obvio que si no tenemos la vivencia, todo queda en la teoría. Y quizás, esa teoría que tanto defendemos a rajatabla, en la realidad nunca se asome en lo más mínimo y hasta llegue a pasar al plano de lo erróneo y desechable.  

Podemos hacer uso de nuestra imaginación y pensar que preferiríamos hasta morir ante una situación extrema. Sin embargo, no es eso lo que sucede. Por supuesto que existe el porcentaje de que lo que previamente elucubramos, suceda efectivamente. Pero esas probabilidades son demasiado bajas como para que acaezcan. La mayoría de las veces, no pasa lo que teníamos en mente y todo se desvanece al momento de tener que hacerle frente al suceso que nos desencaja. Quizás, antes de tener que atravesar una x situación, hayamos pensado que no existían fuerzas suficientes como para que nosotros enfrentemos ese imposible. Y empero, en un instante crítico, es nuestro inconsciente quien actúa por nosotros. Nos dejamos llevar y sentimos, una vez que culminó el hecho, que lo que ejecutamos no era parte nuestra la actuante. Y no recordamos -o quizás no lo sabemos- que nuestro inconsciente es nuestro verdadero Yo; es la parte de nuestro psiquismo que actúan sin censura y sin prohibiciones; sin sentir pudor ni valiéndose del qué podrá acontecer si cometo determinado acto en pos de lo que sea (defensa personal, muestra de sentimientos, expresión corporal, etc...).  
Y es entonces cuando nos damos cuenta que a pesar de todas las cosas, debemos mantener un espíritu de lucha, que, ante cualquier avatar, siga vigente para curar sus heridas y levantarse OBLIGATORIAMENTE para la siguiente lucha que viene de modo inexorable. 
Sin ese espíritu de lucha, evidentemente, no nos queda más que rendirnos ante la pulsión de muerte y no es de eso de lo que se trata la vida, sino de empezar las veces que sea necesario, un nuevo camino hacia la felicidad y la plenitud. No quedarnos sentados esperando que la vida pase. Ponernos en marcha y hacerlo lo antes posible.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Starlight / Luz Estelar

En tan sólo un parpadeo, los corazones se unirán / Somos uno, nos encuentran bajo la luz de las estrellas, podría morir, justo aquí en tus brazos / Somos uno, porque bajo la luz de las estrellas, esta noche hemos encontrado al cielo en la oscuridad / No hay silueta en mi mente, sólo somos Tú y Yo / Y mientras la luz estelar brilla / Nuestros cuerpos quedan cegados / Es tan natural, inquebrantable, Nunca te dejaré ir, dejaré ir / Toma mi mano / Acá estaremos hasta el final / Mientras el Nuevo día surge / Me pierdo en tu abrazo / Somos UNO.

El hecho de ser uno con otro, puede darse en muchas relaciones, vínculos y hasta sensaciones.

En esta oportunidad, tomaré como referencia un aspecto de la salud mental y es el ser UNO sólo con una pareja. Por supuesto que mientras varía la cultura, también cambiará este concepto, pero en sí, todas las religions coinciden en que el vínculo de PARIDAD es lo que lleva consigo, intrínsecamente, el anhelo por parte de los dos constituyentes, que no es ni más ni menos que ser UNO. Complementarse con el otro a todo nivel, que haya entendimiento mutuo, que exista el apoyo psico-moral para con el que tenemos a la PAR y por encima de todas las cosas, que se sepa que cualquier cosa que se efectúe en contra de sí mismo, afectará, si existe el amor verdadero, al otro tanto como a uno mismo.
Por supuesto que no es necesario ponerlo en términos de casos extremos, sino que simplemente lo podemos vislumbrar con el día a día, pensando en cuánto nos afecta a uno si nuestro ser amado, está mal, está siendo perturbado por cierto dolor –físico o psíquico- etc.
Eso ya implica la unidad; empezamos a sentir, de alguna manera, que comprendemos la manera en que el otro siente. Entonces es cuando nos comenzamos a comportar como si fuésemos los dos una única Unidad.
Otra forma que no escapa al dolor que siente el otro por causa nuestra es cuando no nos responsabilizamos por cosas que generamos, por los frutos por los cuales luchamos, los cambios para bien que propiciamos y de las transformaciones que hicimos posibles que sucedieran a nuestro alrededor, dado que por ellas estuvimos haciendo grandes esfuerzo que no por sernos de final "feliz" implicaron carencia de dolor. El mero hecho de no considerar lo que logramos concretar para nuestro bienestar, nos conduce a una carencia constante de autoestima y eso genera un consecuente amesetamiento en nuestras emociones. Por tanto, es por partida doble que afecta a nuestro PAR; por un lado, le estamos demostrando todo el tiempo que a pesar de las mejorías, no llevamos el apunte a los "premios" merecidos y por ende éstos pasan desapercibidos -como así también nuestro esfuerzo y consecuente autoestima- sino que también porque siempre estamos insatisfechos con lo que nosotros ejecutamos y estamos dentro de un circuito de carencia que también hace mal al otro porque no sabe cómo ayudarnos a estar mejor -dado que nos quedamos estancados en el mismo nivel de queja eterna de la que no Queremos salir. 

El estar comprometido con alguien a nivel pareja, no sólo implica estar con ese otro por el mero hecho de que nos atrae, sino que lo consideramos un objeto de deseo con el cual no hay diferenciación de nivel: ninguno de los dos está por encima del otro, porque van juntos a la par. Ambos están juntos porque apuntan a un objetivo que es de común unión y esa unión puede darse no sólo en un encuentro sexual, sino también en los abrazos en los que se funden los "amantes" y hasta en el silencio compartido que denota que hay sensaciones compartidas y tan bien entendidas que sobran palabras, pues dos cuerpos sienten de una misma y única forma. Siendo UNO.

sábado, 15 de octubre de 2011

Paradise (not for me) / Paraíso (no para mí)

Decidí dividir en dos partes la publicación poniendo énfasis en cada una porque ambas poseen una luz aclaradora intrínseca y complementaria.
"Estaba tan cegada, que no podía ver que Tu paraíso no es tal cosa para "
A la mayoría de las personas nos toca vivir una situación en la que, o bien intentamos ser vendedores de nuestros paraísos y somos excelentes para hacerles creer a los demás que lo que nosotros les estamos ofreciendo es lo mejor, o a la inversa, puede que nos traten de vender paraísos y nosotros los compremos como dueños porque el vendedor usó su retórica y nos convenció de que así son las cosas.
En la vida cotidiana, todos nos vamos a topar con alguna de las dos situaciones en cierto momento y eso es algo totalmente inevitable. Todos estamos "llamados" a ser postores y viceversa. Lo que importa es cuánto nos venden y nos compramos como el mejor y más preciado objeto de posesión, de tal forma que lo hacemos centro de nuestras vidas y vivimos en función de él. Porque puede suceder que lo que nos vendan ser literalmente, un objeto, pero no es lo mismo cuando lo ofrecido es un objetivo, un estilo de vida. Muchos llegan a pensar que es lo único que vale la pena y por ende no existe NADA que inmute lo que se piensa como remuneración espiritual (o sea, todo lo que esa adquisición y consiguiente posesión, nos provoca hasta a nivel de personalidad y coacción de formas de conducirnos en la vida).
Por supuesto que no es nada fácil dirimir cuándo un paraíso "en oferta" es o no coincidente con nuestros deseos. Muchas veces, perdemos la capacidad para diferenciar las ansias reales de lo que son meros ayornamientos de un deseo parecido al nuestro pero que en verdad, sólo es aparentemente así y esconde, detrás de sus árboles, una mentira que puede llegar a ser hasta lo contrario de lo que queremos.

"Nada de alrededor mío, Yo podía ver / quiénes eran los ángeles; seguramente Yo no lo era / Y entonces estoy nuevamente destruida pues una vez más, no me puedo ver a mí"
 Y cuando dejamos caer la venda de nuestros ojos es demasiado obvio que nos sentimos devastados y desilusionados por no encontrar una correlación real con lo antes adquirido. Porque estamos tan inmerso en lo que compramos, que nos lo vendimos a nosotros mismos y en casos de extrema patología nos quedamos ciegos en cuanto a quiénes somos en realidad. Pero, no hay en el mundo quien no tenga al menos un ínfima noción de lo que muy dentro desea. Ese sentirse destruido se da por causa del dolor psíquico que nos provoca no poder sernos fieles a quienes somos. Pero el sentimiento de deseo existe en todos, sin duda. Y hay que dejarlo actuar para que nos muestre el camino que estamos "destinados" por Nosotros Mismos, por nuestro Deseo, a seguir. Es cuestión de anhelar, para poder SER. Así podemos ver que somos también nosotros, ángeles alrededor; muchos así nos consideran, entonces ¿por qué no poder ver los ángeles que somos e iluminan la vida de los demás y dejar así de sentirnos devastados porque no vemos esa grandeza de lo que realmente somos?

miércoles, 5 de octubre de 2011

¿Ballena o Sirena?

No voy a efectuar absolutamente ningún comentario. El artículo habla por sí solo.Lo único, me paro de pie ante el autor -que desconozco- del siguiente escrito.


La modelos es: Tara Lynn 
Esta foto salió publicada en la revista Elle France el 26 de marzo de 2010
El autor de la fotografía es David Oldham
La usamos para ilustrar esta anécdota porque nos parece una bellísima fotografía.


Sirena o ballena?

Hace algún tiempo a la entrada de un gimnasio se podía ver un cartel con la foto de una chica de físico espectacular con escrito: "este verano, quieres ser sirena o ballena?"

Se cuenta que una mujer, de la que no conocemos su aspecto físico, respondió a esta pregunta de la siguiente manera:

Estimados señores, las ballenas están siempre rodeadas de amigos (delfines, focas, humanos curiosos), tienen una vida sexual muy activa y crían a sus pequeños con mucho cariño.
Se divierten como locas con los delfines y comen gambas hasta empacharse. Nadan todo el día y viajan hasta lugares fantásticos como la Patagonia, el mar de Barens o las barreras coralinas de Polinesia.

Cantan estupendamente y algunas veces hasta graban cds. Son animales impresionantes y muy queridos, a los que se defiende y admira en todo el mundo.


Las sirenas no existen.

Pero si existieran harían cola en la consulta del psicólogo debido a un problema de desdoblamiento de la personalidad, mujer o pescado?

No tendrían vida sexual y no podrían tener hijos.
Serian graciosas, es cierto, pero solitarias y tristes.
Y además, quien querría a su lado una chica que huele a pescado?

Sin lugar a dudas, yo prefiero ser una ballena.


En una época en la que los medios de comunicación nos meten en la cabeza que solo las delgadas con bellas, yo prefiero comerme un helado con mis hijos, cenar con mi marido, comer y beber y divertirme con mis amigas.

Y ustedes?

domingo, 25 de septiembre de 2011

Love profusion / Profusión de amor

"Hay demasiadas preguntas, no hay sólo una solución / No hay resurrección; hay gran confusión (...) hay demasiadas opciones (...); no hay comprensión; hay un real aislamiento; hay mucha distracción y lo que quiero es una celebración (...)"
Cuando nos sucede que debemos comenzar una nueva etapa en nuestra vida, por los motivos que fueran, siempre sentimos poca preparación para enfrentarnos con lo innovador. Por supuesto que es más que común y normal sentir temores a lo que desconocemos. Pero hasta ellos tienen una razón de ser y es precisamente la autoexigencia que cada cual se impone a sí mismo. Sin las  innumerables preguntas que nos hacemos, y, por ende, sus posibles respuestas, análisis de opciones para solucionar los diversos 'problemas' que podrían presentársenos a futuro, está claro que dejaría de existir el miedo por lo que está por venir. Ya haciendo presupuestos o preconceptos, estamos aislando nuestra forma de actuar y, de modo inconsciente, predeterminando nuestras acciones consecuentes. Así, entonces, contribuimos a una mayor confusión y lo que puede parecernos controlable, se dispara -en nuestra mente- hacia lugares que nos hacen dudar a cerca de nuestras capacidades para enfrentar lo que vendrá. 
Hay sólo dos cosas que nos pueden, empero, ayudar a combatir esa idea de presagio adelantado que no nos causa más que angustia en momentos inadecuados. Uno es vivir el momento y enfrentar las cosas en el tiempo que debemos y no antes. Hacer hipótesis, juegos adivinatorios o sensillamente comenzar a atajarse a priori por lo que puede alguna vez llegar a suceder, es prácticamente intentar leer el futuro y estar listos ante cualquier eventualidad. Sucede, sin embargo, que hay cosas que van más allá de nuestras capacidades 'premonitorias' y en esto entra el azar. Tenemos que tener en cuenta que hay mucho que se escapa de nuestras manos y no tenemos el control de todo, sino de una ínfima parte de lo que nos toca vivenciar y por ende, no vale la pena gastar energía psíquica en predecir lo que vendrá en pos de evitar algún desenlace negativo. Después de todo, si tuviéramos el poder de ver los problemas venir y contáramos con el tiempo de darles una solución a cada uno de ellos, seríamos incapaces de aprender nada. La inteligencia, definida por Freud como "la capacidad de adaptación a nuevas situaciones", no tendría existencia y el ser humano se reduciría a ser una mera máquina de hacer cálculos matemáticos previos a sus resultados para evitar que así sean. 
Por último y no menos importante, está el amor propio, el cual debe ser abundante, profuso y hasta derramable ante nuestras ópticas de los momentos que vienen. Y esto debería ser así para evitar la angustia y el sentimiento de aflicción por algo que, si bien es potencialmente posible, no es que sucederá por seguro. Entonces, el amor por uno mismo va a consistir en dejar de hacer profecías (en el sentido negativo de la palabra) y así poder evitar un sufrimiento a priori que quizás nunca suceda, motivo por el cual nos estaríamos auto flagelando por algo que nos empeñamos a vivir a destiempo. 
Recordemos, a todo momento, que lo único celebrable es el Hoy, el Ahora. Nada hay como vivir el instante y propiciar sentirse bien a cada momento, porque el tiempo no para y, tal como dice Julieta Venegas, el presente es lo único que tenemos.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Equivocada / Mistaken

"(...) Duele reconocer, duele equivocarse y duele saber que sin tí es mejor, aunque al principio no / Me perdí, a penas te vi; siempre me hiciste como quisiste / Porque siempre estuve equivocada y no lo quise ver; porque Yo por ti la vida daba, porque todo lo que empieza acaba / (...) porque cuesta tomar decisiones, porque sé que va a doler (...) / Hoy que no puedo, sigo decidida a dejarte atrás; por tu desamor, lastimada estoy / (...) si así me sentía, no sé por qué seguía apostándole mi vida a él (...)"
En esta canción que Thalía recién canta en un momento crítico de su vida, en el que atraviesa una enfermedad que la hace encontrarse con su verdadero Yo, se ve muy bien reflejada la personalidad de una persona muy acostumbrada a hacer de esclavo y no el amo de su propia vida. Quien no tiene más motivos que vivir por un otro, entonces se agarrará a cualquier discurso y muestra de afecto del que así le demuestre. A pesar de que quien así se exprese lo haga en pos de sacar ventajas, como modo de manipular al carente de afecto (al esclavo de lo que los demás quieren de él/ ella) o por mera perversión, el que no tiene qué persigue y cuál es su esencia, cae en los brazos de algún tipo de manejo externo, ya que no es capaz de lo que significa manejarse por sí mismo. Sin embargo, en cierto momento de la vida del 'sometido' emocional, surge, si es receptivo y lo suficientemente curioso por saber de otras realidades, un cuestionamiento que emerge del interior, paradójicamente, dados los discursos externos positivos que los demás le muestran aunque no quiera ver, porque sabe que tomar una decisión puede hacerle doler. Una vez que el 'sometido' comienza a preguntarse por cómo ha de ser la vida desde otro punto de vista (tal como decía Saussure, "es el punto de vista, lo que crea al objeto -a estudiar- y no otra cosa"), se inicia su paulatina pero firme transformación hacia una persona discriminada y con respeto por sí mismo y sus deseos. 
Por supuesto que el sujeto que empieza a ser, sufrirá en función de lo que hasta el instante en que se embarcó, consciente o no, en el cambio para ser alguien único e irrepetible, fueron "valores" que le pertenecían a una vida dignificada dentro suyo. Entonces se deberá proponer seguir adelante y decidido a dejar atrás todo lo que lo daña psíquicamente hablando (principalmente) y a despegarse del discurso externo que NO condiga con lo que constituye SU discurso interno y propio.
Finalmente, cabe destacar, que muchas veces TODOS en la vida nos hacemos cargo de muchas realidades que no nos pertenecen y llegamos a la conclusión, con el paso del tiempo, que no sabemos la razón por la cual seguíamos ejerciendo tal rol. Debemos tener en mente que no hay personas que tenemos que llevar encima cual mochila de viajante, sino que es nuestro deber sólo responsabilizarnos por nosotros y nadie más. Ya tenemos mucho y hasta demasiado con los deseos personales, las decisiones de auto-libertad, el auto-cuidado y respeto, los defectos y virtudes y las incapacidades que debemos trabajar para ser quienes deseamos ser realmente, como para cargar con la mochila de un otro que nunca aprendió ni quiere aprender lo que significa hacerse responsable de sí. Por eso es que no hay que seguir, bajo ningún concepto, apostando nuestras vidas a los que nos quieren hacer artífices de sus penosas realidades. Son, ellos, meros seres de poco (por no decir nulo) amor propio, y piensan que son "generosos" al compartir ese desamor por uno mismo, con nosotros. Y eso NO es la realidad.

martes, 13 de septiembre de 2011

Never forget You / Nunca te olvidaré

"Dijimos que éramos una para la otra; que éramos el destino de cada cual; y ahora hemos borrado todo; quizás sea demasiado tarde, ahora es tiempo de que lo podamos entender / Nunca te olvidaré, pero me iré; siempre te respetaré y la vida continúa; nunca te olvidaré, nunca te olvidaré / Me aferraré a la memoria; ahora que Tú y Yo somos historia; y el porqué, nunca lo sabremos; a veces dejas ir algo que tenías muy dentro del alma; / (...) / Nuestros momentos juntos, los mantendré conmigo siempre, pero nuestras almas deben rendirse".

Lena Katina no puede expresar mejor la idea de finalización de una relación muy cercana pero tóxica y tan patológica, que, aún cuando genera dolor, provoca la liberación de ambos sujetos partícipes de la misma. En el video clip, Lena aparece como una tercer persona (sujeto), que se encuentra ante dos ataúdes en el que se encuentran los "objetos" de una locura de a dos (foliè a deux) que despersonaliza de tal forma a ambas partes, que, al intentar separarse, ninguna "logra sobrevivir", porque las tenía atadas / aferradas una simbiosis implícita jamás dicha pero impuesta cual oráculo griego (también llamado, desde la Psicología, "profecía anunciada"). Lo que esta canción refleja desde aspectos casi subliminalmente expuestos, es que en una relación entre sujetos que no se ven como tal -sino como meras "partes inanimadas"- de un vínculo, nace y de hecho va creciendo (al mismo ritmo con el que se diseminan las células cancerígenas en el cuerpo del enfermo) una codependencia que se torna en un preconcepto equívoco a nivel mental y es el hecho de pensar que cualquier forma de ser uno mismo, implica una traición a la otra partícula constituyente del dúo "dinamita" (con esto quiero decir, "potencialmente explosivo"; que en cualquier momento puede estallar). Ante esa posible falta de lealtad, cualquiera de los dos 'sujetos' deseantes de una vida propia, distinguida y diferenciada de la del otro, es reprimida de manera consciente o inconsciente, y es así como se va constituyendo una personalidad que socava mucho (si no del todo) la verdadera forma de ser del sujeto, provocando una mayor predisposición a la dependencia y sometimiento emocional para con el otro. Se tiende a pensar que se es muy y hasta demasiado egoísta al pensar en uno mismo y el amarse y respetarse el propio deseo, llega a ser concebido como una reacción errónea y destructora del vínculo en el que encontramos identidad ¡Grave Error! Si no existe siquiera la discriminación del propio deseo, entonces sí nos topamos con una personalidad "border", ya que el sujeto se encuentra tan apresado del otro ser, que comienza a jugar con el borde, con los límites, con fuego, porque siente que la soga nunca se cortará. Suele extrapolarse el tipo de vínculo 'inquebrantable' que se estableció con un otro, al resto de la vida, pero en el interín, se olvida que el estado de salud (tanto física como mental) no son eternamente reversibles y controlables. Por esta razón, y como en toda simbiosis, siempre se encuentran a un 'sujeto' que ejerce una aparente fuerza de presión psíquica sobre un segundo 'sujeto' muy acostumbrado al debilitamiento mental -desde el exterior-, quien, ante poder ver una mínima posibilidad de liberación, intentará escapar COMO SEA (a veces sanamente y a veces no) de ese sitio donde está siendo coaccionado. Ya lo decía Platón en "La alegoría de las cavernas" que cuando se ha visto la luz, uno no vuelve a ser el mismo, porque fue testigo de algo maravilloso que hasta el momento desconocía. Análogamente, en la psique del "sometido" (que a veces juega de "sometedor", porque el "amo" le da ratos de distracción al "esclavo" para que piense que tiene cierta cuota de control y se piense más que el primero todopoderoso), encontramos que cuando puede ser observador de una realidad variable y más libre que estando en el lugar de eterno deudor, intentará inexorablemente de salirse de donde está aprisionado, para poder alcanzar esa luz que le hizo repensar que quizás, pueda ser él el dueño de su propia vida y el selector del modo en que DESEA vivir dicha vida.
Por eso es que para evitar olvidar al otro, primero debemos acordarnos / nunca olvidarnos de Nosotros mismos. De otra forma, todo lo que hagamos para la mera satisfacción de un tercero, será sinónimo de vacío existencial y tenderemos a caer en una depresión de la cual no será nada fácil salir.
Y por cierto, ¿existe mayor traición que el serse infiel a sí mismo en pos de nunca olvidar al otro? ¿o será acaso que la fidelidad consiste en recordar al otro como ser diferente de uno mismo y por ende no traicionar a quien se es?

jueves, 8 de septiembre de 2011

Stay / Permanecer

 "Vos decís que sólo escucho lo que quiero, no escucho con atención, no presto atención a las distancias a las que estás corriendo hacia alguien o hacia algún lado / Yo no comprendo si a vos realmente te interesa, porque me percibes como aquí, sola y negativa, no, no, no/ Entonces pongo la radio, subo el volumen y escucho que la cantante está cantando mi canción (...)"


 A pesar de que muchas veces los demás -y por qué no nosotros mismos también- nos evidencian como sordos a la hora de escuchar las "verdades", "interpretaciones" que el entorno puede mostrarnos desde sus lugares, esto no siempre tiene que ver con una actitud aniñada o llevada a cabo por mera oposición hacia lo que nos hacen saber; por el contrario, tiene que ver con que nuestro psiquismo opta por escuchar ciertas partes y no otras (aunque a simple "vista" parece que sólo escuchamos lo que queremos escuchar y no prestamos atención y somos tachados de negativos inamovibles). La mayoría de las cosas que parece que pasamos por alto, nos afectan de tal manera que, si no estamos preparados / entrenados para enfrentarlas, inconscientemente las 'dejamos de lado'. No es a propósito, insisto. Es cuestión de considerar que nos duele mucho tener que aceptar, por ejemplo, que una realidad hasta el instante vivida, no es más que una gran mentira. Y es evidente que ver derrumbarse un tótem hasta el momento santificado por uno mismo (inculcado por nuestros antecesores), también se lleva consigo -en el derrumbe- una gran parte de lo psico-emocional que nos constituye como personas que tenemos la capacidad de sentir. 
Así, es como por ejemplo vemos que actúan quienes se evaden de la realidad por medio de métodos que los aíslan del resto de su mundo circundante (en la canción aparece la "metáfora" de prender la radio y subir su volumen), provocando el equívoco pensamiento de que con la reclusión, es todo más fácil. Ojo! Sí, es más fácil al principio, pero con el tiempo esto se vuelve mucho más pesado y doloroso que en el momento en que pudimos habernos enfrentado con nuestros fantasmas y, a la larga, nos pesa. Y esto, porque lo que hacemos al recluirnos, es seguir anestesiando nuestras elecciones de vida.
Lo que sí necesitamos tener en claro es que, si seguimos vivos, aún cuando haya habido gran cantidad de demoliciones en nuestras vidas, es por algo y cada día se nos presenta como una nueva oportunidad para poder recomenzar una nueva construcción, usando la base de los errores que se manifestaron en la caída abajo de la estructura mental previa. Y esa chance, no vale la pena perderla, ya que estaríamos desperdiciando una oportunidad de vivir mejor y, en el fondo, de vivir a pleno, como merecemos. 
Debemos, entonces, seguir apostando y PERMANECER inmóviles ante los avatares de la vida. No somos controladores de exactamente todo lo que pueda llegar a suceder a nuestro alrededor, pero sí somos seres con capacidad de elegir mejorar nuestra calidad de vida y, recomenzar a construir, a partir de los escombros, un nuevo edificio / cuerpo / andamio que esté suficientemente sólido para que nos acompañe el resto de nuestras vidas. Porque a pesar de todo, nos tocó tener que atravesar ese dolor, pero SEGUIMOS VIVOS!

viernes, 26 de agosto de 2011

scheiße / Porquería

"Cuando estoy en una misión, reprendo mi condición; si eres una mujer fuerte, no necesitas del permiso".

En esta frase que Lady Gaga entona, pueden encontrarse diferentes y ricos elementos para ser analizados. Ante todo, voy a dividirla en dos partes, separadas por el punto y coma. 
Dando rienda suelta a la asociación psíquica, quizás, la frase "cuando estoy en una misión, reprendo mi condición" implique la fuerza natural de todo ser humano de sacar de sí lo mejor, ante algo que considera como misión / objetivo a alcanzar, dejando de lado cualquier obstáculo que de sí mismo pueda emanar. El deseo, entonces, se contrapone positivamente, al potencial autoboicot. En muchas ocasiones, este último, tiende a ser una condición en la que está sumergido el sujeto deseante y llega a condicionarlo (valiendo la redundancia) de tal modo que él no es capaz de actuar y, en casos extremos, ni siquiera tiene la capacidad de distinguir cuál es su verdadero deseo. Esto sucede ya que, a lo que varias veces el Yo se da cuenta que es mera acción del boicot condicionante, el sujeto actúa sólo por oposición a eso que se encuentra accionando. Y hay que tener cuidado con eso, ya que bien puede suceder que lo que nos encontramos haciendo sea contrario a lo que realmente aspiramos, pero también cabe la posibilidad de que sea lo que efectivamente queremos y nos opongamos a realizarlo, porque nos parece que es nuestra parte negativa, la que está tomando parte en nosotros. 
Finalmente, en la segunda parte de la frase citada, se trae a colación la fuerza que debe surgir de sí misma (en el caso de la cantante), en el momento en que se comienza a concebir como mujer fuerte, fortalecida en sus deseos y en ningún instante, amedrentada por sus miedos de incertidumbre.
Es así como la afirmación de que si se es una "mujer fuerte, no se necesitan permisos" para actuar, cobra un pleno sentido. Si alguien tiene los objetivos bien delineados y está convencido de que a ellos quiere y va a llegar, entonces no hay por qué estar esperando una autorización externa. Puesto que el sujeto está persiguiendo su plenitud y poco tendrían que importarle los permisos que un tercero le brinde. Después de todo, es uno quien se deberá atener a los efectos de las propias decisiones y, en última instancia, de ser tales efectos, consecuencias, finalmente siempre se topará con un aprendizaje no guiado o monitoreado por una persona que no es sí mismo.
Y para eso, es necesario decidir por sí mismo, para lo cual es menester pedir cita con uno mismo, tomándose el tiempo para pensar y repensar las cosas y terminar pudiendo decidir.

domingo, 14 de agosto de 2011

What you waiting for? / ¿Qué estás esperando?

(...) Naturalmente estoy asustada si lo hago sola / ¿A quién realmente le importa si es TU vida? /  Nunca lo sabés, pero esto puede ser grandioso / Aprovechá esta chance, porque podés crecer / ¿Qué estás esperando? / Tal como un eco, te estás repitiendo a vos misma / Te lo sabés todo de memoria, ¿por qué te quedas parada en un sólo lugar? / Naciste para florecer, y floreces para echarte a perder, así / Tu momento se terminará dado tu cromosoma sexual / Yo sé bien que es complejo cómo piensa nuestra sociedad / Pero la vida es corta y Vos sos capaz / Mira a tu reloj ya / aún eres una súper mujer ardiente; tenés tu contrato millonario; y todos están esperando por tu pista caliente. 

La vorágine de la vida en la que estamos todos inmersos, la pesadumbre a la que nos sometemos diariamente y todos los discursos que el entorno nos vende (y hasta regala, con tal de que los hagamos parte de nuestras vidas), son causantes de que olvidemos hacia dónde vamos y que nacimos para brillar. Como diría Lady Gaga: "Todos nacemos super estrellas" y es nuestro deber mantenernos en un cielo al que es digno de ser alumbrado por nuestra existencia y obras (bio-grafías). 
Creo que no existan casi ejemplos de innovación personal constante. La originalidad que cada uno puede alcanzar es infinita e inherente a sí mismo. Sin embargo, nos predeterminamos a hacer cíclicamente una seguidilla de procesos que nos devuelven al mismo lugar. Tememos -como dice Gwen Stefani, "naturalmente"- salir a buscar otros rumbos, aunque en el fondo sabemos que todo puede que resulte maravilloso. El miedo encuentra su justificativo en la oposición al Principio de Placer, el cual es, a su vez, sustentado por la forma de pensar de quienes nos rodean y es la forma que hemos adquirido desde el nacimiento. 
Lo que sucede es que, si bien para muchas cosas somos considerados fuera del tiempo correcto para efectuar ciertas acciones, lo peor para la autoestima es condenarse al paso del tiempo y pensar que estamos viejos. Porque en realidad, en muchas de las oportunidades no es tal como pensábamos. Aún tenemos muchas cosas que hacer y somos jóvenes almas en (quizás) cuerpos añosos, pero que poseen itinerarios que no sólo son largos, sino que pueden tener hasta carácter de interminables si los miramos desde la perspectiva de eterna juventud. Después de todo, viejos son los trapos... 

jueves, 21 de julio de 2011

Borderline / Al borde

Algo en tu forma de amarme, no me permitirá ser 
Yo no quiero ser tu prisionera, entonces bebé, ¿no me dejarás libre?
Para de jugar con mi corazón, termina lo que comienzas
Cuando haces que decrezca mi amor por ti;
Si me quieres, déjamelo saber
Bebé deja que se evidencie
Cariño, no andes haciendo tonteras por ahí.

Sólo trata de entender, que he dado lo mejor que puedo
Porque tú obtuviste lo mejor de mí.

Al Borde, siento que voy a perder la razón
Tú sólo sigues empujando mi amor al borde.

Sigues empujándome, bebé,
¿no sabes que me vuelves loca?
Tú sólo sigues empujando mi amor al borde.

Algo en tus ojos está haciendo una tonta de mí;
Cuando estoy en tus brazos, me amas hasta que ya no puedo ver.
Pero luego me decepcionas, cuando miro alrededor, no te puedo encontrar.
Deja de ahuyentarme, Yo sólo deseo quedarme,
Pero hay algo que tengo que decir.

Mira lo que tu amor me ha hecho
Vamos, bebé, libérame de una vez
Tú sólo sigues empujando mi amor al borde.
Me causas tanto dolor que me parece que voy a enloquecer
¿Qué es lo que necesitas para que lo puedas ver?
Tú sólo sigues empujando mi amor al borde.

martes, 28 de junio de 2011

Mixed up World / Mundo confundido

"Me estoy sintiendo toda perturbada; tengo una voz dentro de mi cabeza que me dice 've para la derecha' y luego dice 've para la izquierda'; no quiero desilusionarte, pero estoy necesitando un poco de guía ahora; ¿Qué harías tú en mis zapatos? (...) Así que cuando te sientes confundido, éste es un mundo confundido; y cuando sientes que es realmente difícil la vida, sólo recuerda que eres una persona fuerte (...)"

Siempre, en algún momento de nuestra vida cotidiana, nos sucede que nos sentimos perdidos, confundidos, desorientados y creemos haber perdido el norte, ya que, en cierta forma, nos deshicimos de la brújula que siempre nos había guiado. Esa brújula son nuestros padres o tutores y otras personas que se encargaron de formarnos a lo largo de nuestra infancia y más (no olvidemos que nos vamos constituyendo TODA la vida), de quienes por naturaleza y sanidad mental debemos discriminarnos, despegarnos en pos de ser capaces de pararnos por nosotros mismos.
Y si bien, desprendernos de los andamios que nos propiciaron un primer e incondicional sustento de vida y aprendizaje es difícil, no significa que por crecer (a eso le llamo 'abandonar el hormigón') nos vayamos a sentir totalmente desorientados y perdamos nuestros objetivos, nuestro norte.
Sin embargo, el dejar de apoyarnos en los basamentos primarios, no es el único motivo por el cual podemos llegar a sentirnos perdidos. Gente adulta, ya "muy" independiente, con una "vida hecha", también experimenta ese malestar de confusión y puede sentirse tan descolocada, que necesite ayuda de otros. Eso no es volver a la dependencia para con un otro; es justamente lo contrario: pedirle a alguien de confianza que nos dé una mano para poder salir de un pozo en el que sin querer nos metimos y fuera de éste, entonces sí poder ver hacia dónde queda el norte. Consecuentemente, poder volver a gozar de la autonomía personal sin tener que estar pasando por un estado de desorientación.
Finalmente, es imprescindible recordar que, más allá de todo lo perturbados o desordenados que podemos estar, dentro nuestro tenemos las herramientas que precisamos para volver al camino del cual nos habíamos extraviado. Porque cuando las cosas se ponen de un color oscuro, es cuando más debemos ponernos a pensar como la oscuridad, para poder mimetizarnos con su forma de actuar y entonces deducir, desde "su cabeza" cómo salir brillando y bañar la noche con la claridad de la mañana reciente.

jueves, 9 de junio de 2011

Firework / Fuego artificial

¿Te has sentido como una bolsa de plástico, arrastrada por el viento, queriendo comenzar otra vez?/ ¿Alguna vez te has sentido tan imperceptiblemente delgado, como una casa de cartas, derribada por un viento que sale de una cueva?/ ¿Te sientes alguna vez como enterrado en lo profundo, a seis pies bajo tierra gritando, y que nadie parezca escuchar?/ ¿Sabés que aún hay una chance para ti porque hay una chispa dentro tuyo?/ Sólo tenés que encender la luz y dejarla brillar/ Apropiate de la noche como si fuera un 4 de Julio/ Porque nene eres un fuego artificial / vení y enseñales lo que vales, haz que se vayan mientras tu atraviesas el cielo/ Nene sos un fuego artificial deja que tus colores exploten / haz que se vayan y los dejarás cayéndose solos. / No te debes sentir como un gasto de espacio, sos original e irreemplazable; si sólo supieras lo que te tiene deparado el futuro; luego de un huracán, llega siempre un arco iris./ Quizás seas la razón por la que las puertas están cerradas, así que podrías abrir una que te lleve al camino correcto que haga que brille tu luz interior.

Luego de tanto tiempo traigo conmigo la canción de Katy Perry que cité en el título y, a continuación, me dispuse a traducir. Lo cierto es que esta canción conlleva varias aristas para analizar pero fundamentalmente se menciona con énfasis el hecho de lo importantes que somos y que no nos damos cuenta porque nunca nos detenemos a pensarlo. Con esto no quiero decir que a cada paso debemos pararnos delante del espejo y cada vez que pasamos sí o sí hemos de decirnos "¡Pero qué importante que soy!" y olvidarnos del resto del universo. Pero de vez en cuando, si nos topamos con la imagen nuestra, sí es muy bueno recordarnos a nosotros mismos que tenemos un potencial increíble que sólo debemos dejar brillar y salir de nuestras venas, algo que ayuda muchísimo a levantar nuestra autoestima.
Sucede que la vida cotidiana, nos hace perder ese color despampanante innato de cada quien y nos vamos opacando desde el exterior hacia el interior. Entonces es cuando perdemos de vista nuestros objetivos, nos reducimos a lo que el derredor nos dice que somos o estamos "condenados" a ser, y nos desprendemos, paulatinamente, de nuestras finalidades, de aquello que nos da plenitud y nos hace felices, aún más si es que estamos en una pseudo desventaja para con la vida (se me ocurre pensar en los que sufren de enfermedades y lo que gralmente. suelen escuchar de parte de los que los rodean y es más o menos: "Yo que vos no intento, total, ya estás jugado; no hay mucho que hacer a esta altura"). Y eso no es ni más ni menos que un GRANDISIMO ERROR. Le hace muy mal (demasiado) al receptor de esto, quien confirma, no sólo que no se está respetando su voluntad, sino que no se apuesta por él/ella y encima no hay vuelta atrás porque dicha persona está eternamente castigada a pagar por algo que quizás ni siquiera eligió tener (como una patología, o simplemente problemas personales -algo de lo que nadie está exento). Es ahí, en ese momento (algo para lo que sin dudas hay que tener todas las agallas), cuando más necesitamos recordar que somos cual fuegos artificiales y es nuestro instante de estallar y explotar con todo lo que tenemos adentro, agradeciendo el estar vivos y haciendo todo lo que nos hace seres radiantes y llenos de luz.
Y por esto, por nuestros cambios en las actitudes propias de cada quien, es que dejamos con la boca abierta a más de uno que estaba acostumbrado a que nosotros acatemos las "órdenes" de dejar que nuestra vida pase por el injustificado argumento de que "Es un oráculo: deberá cumplirse; nada se puede hacer para evitarlo". De este modo, tal como dijo Wayne Dyer, "cuando cambies tu manera de ver las cosas, las cosas que miras también cambiarán" y quienes nos rodean, al vernos bien y sin estar penando, se van a contagiar y nos van a dejar ser un poco más de la forma en que deseamos y no como tenemos la costumbre de actuar: dándole una respuesta a un estímulo externo, provocado por otros (algo que generalmente nos hace sentir como bolsas descartables y residuales).

lunes, 9 de mayo de 2011

Just can't fight this feeling / no puedo pelear este sentimiento

"Parada en un cuarto lleno de gente, pero todo lo que veo eres tú / como a un foco que te sigue hasta donde estás / ¿sabes que nunca quiero dejar de estar a tu lado? / El deseo se traga todo mi orgullo, no puedo decir que no, porque te quiero, así que debo traspasar esto / No puedo evitar este sentimiento / (...) / mi cabeza está girando, creo que me está ganando / no puedo evitar este sentimiento y me está derribando (...)"

La verdad es que me valdré de esta canción en un sentido metafórico para expresar algo que a veces nos ocurre como seres humanos, propensos a caer ante lo que concebimos como un inamovible y condicionado destino de nuestras personas.
A menudo, cuando nuestra personalidad no está totalmente afianzada, puede sucedernos que generamos una eterna condena de nosotros mismos y no hay nada más que podamos ver, aún habiendo llegado a alcanzar logros que con anterioridad ni siquiera pensábamos como posibles y mucho menos probables. Nos adelantamos a los acontecimientos del tiempo, haciendo profecías anunciadas que nos ponen en un lugar de seres humanos sin libertad de acción y por siempre esclavos de aquello que nos ciega. Y en esos momentos estamos tan faltos de autoestima, que desconsideramos lo que todo el mundo a nuestro alrededor puede evidenciar con plena objetividad, gracias a que no están en la piel de uno. Entonces comenzamos a desconectarnos de los consejos que nos muestran los otros, los que nos conocen, porque total "nunca lo entenderían, no son nosotros y por ende no comprenden lo que sentimos". Si bien es cierto que es uno mismo el que debe enfrentarse con los fantasmas propios y ahí sí es real que nadie mejor que sí puede entender de qué se tratan éstos, también es verdad el hecho de que los demás nos dan la gran ayuda de demostrarnos cómo el fantasma nos engaña a su piacere, dado que nosotros, obnubilados por el mismo, perdemos la noción certera de lo que en realidad es. Razón por la cual tendemos a maximizar su importancia y es aterradora su estadía, aunque sea esporádica, en nuestra mente. El sólo pensar que ese fantasma jamás desaparecerá de nuestra mente, nos condena a nosotros a una vida de eterna infelicidad. No escuchar a los que nos muestran, como pueden, una realidad que no deseamos ver -porque sabemos, bien en el fondo, que tienen TODA la razón- es negarnos a nosotros mismos y a una total completud dentro de lo incompleto del ser humano.
A modo de síntesis, es imprescindible que cada vez que sintamos que no podemos controlar / evitar un sentimiento, no le permitamos que nos gane o derribe, porque es una manera de otorgarle TODO nuestro ser, y dejar de lado aquello de lo que gozamos los hombres y las mujeres en condiciones normales, que es la Libertad.
En el caso en que nos neguemos rotundamente a aceptar el cambio y nos encontremos diciendo que "nunca quiero dejar de estar a su lado", tenemos dos caminos posibles a seguir: uno de ellos es luchar en pos de aferrarnos al dolor de la infelicidad de por vida; el segundo sendero es transitar el duelo que implica deshacernos de ese preconcepto tan autodestructivo como es la condena por siempre a ser personas infelices que no merecen bienestar, y luego iniciar el combate en contra de esos pensamientos.
Finalmente, si es que no logramos sacarnos de la cabeza ese sentimiento, si somos incapaces de pelear esa forma de sentirnos, quizás lo más recomendable es dejar que el tiempo sea quien nos muestre qué será de nosotros, dado que si a cada paso, lo damos pensando en que nos hundiremos cada vez más, así acaecerá y no habrá vuelta atrás, aún cuando nuestra vida no esté "destinada" a la condena futura.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Cherish / Abrigar


Cansada de corazones rotos y derrotas en este juego / Antes de que empiece este baile quiero que sepas que quiero algo más de ti que una simple aventura / Tú eres mi destino ¿no te das cuenta de que no puedo dejarlo ir nene? / Cupido por favor apúntame!!! Abrigo el pensar que siempre te tendré aquí a mi lado, Oh baby / Abrigo la alegría
que le das a mi vida, siempre la estoy cantando / Abrigo tu fortaleza, Tú tienes el poder de hacerme sentir bien /
Y baby ruego para que nunca nos
separemos, no podría dejarte.
Nunca estuve satisfecha con los encuentros casuales, no puedo ocultar que necesito dos corazones que latan
Con ardiente amor, y así va a ser. Romeo y Julieta nunca sintieron este latido que Yo siento, así que no subestimes mi forma de sentir
"Abrigo" es la palabra que utilizo para recordar tu amor...

Esta añosa -pero no por eso pasada en su aplicación- canción de Madonna, expresa cuánto bienestar nos pueden provocar personas que nos regala la vida. Son seres humanos que debemos abrigar, conservar, proteger y llevar dentro de nuestros corazones porque nos llenan de alegría los días.
A veces nos sucede que encontramos, fabulosamente, una persona específica que nos provoca una inmensa completud y con quien nos topamos no por mera casualidad en esta existencia.
Quiero decir, si nos cruzamos con alguien que nos hace bien y las cosas funcionan bien dando frutos como crecimientos de una persona, superación de temores y encima se llega a una alegría difícil de expresar, eso es percibido por el otro ser implicado en el vínculo y disfrutado tal como uno lo vive. Es por esa razón que ninguna parte constituyente puede darse el lugar de subestimar la forma en que el otro siente y vive las cosas, porque entonces estaría dejando de celebrar la relación, al otro y sobre todas las cosas a sí mismo. Eso se vería reflejadísimo en el día a día de la conexión entre ambas partes y terminaría cualquier lazo afectivo.
Y es justamente para evitar que eso suceda y que podamos rescatar y abrigar en nuestras almas por siempre, lo que más felices nos hace, es que necesitamos jugarnos por quienes sentimos que valen la pena querer y con los que nos sentimos completos y más que nada, que nos significan caricias al corazón.
Así que, tal como dice Madonna, pidámosle nosotros también a Cupido que nos apunte con sus flechas y seamos capaces de conservar ese calor que nos provoca el cariño de y para un otro.

martes, 5 de abril de 2011

Immortality / Inmortalidad

"Entonces esto es lo que soy, y es todo lo que sé / debo elegir vivir, por todo lo que puedo dar / esa es la chispa que hace crecer el poder / (...) / Cumple con tu destino, que está a tu lado como un niño (...)"

Son incontables las oportunidades que la vida nos da para poder ser felices y si en una de esas chances, no aprendemos, seguiremos recibiendo otras para poder entender de qué se trata y llegar a la plenitud del bienestar. Lo cierto es que tendemos a no ser capaces de vislumbrar las chispas que hacen que crezca nuestro poder de respeto y amor hacia nosotros mismos y por esa causa, dejamos de lado lo que nos hace bien. Llega un punto en el abandono de las cosas concretas que nos llenan como personas, que se nos va de las manos completamente, el poder de decisión sobre lo que tenemos intención de hacer y lo que nos disgusta y socava nuestra autoestima. Es cuando nuestro paradigma de placer se vuelve confuso y caemos en una pérdida de conciencia de los objetivos que realmente estamos persiguiendo en nuestra existencia. De repente experimentamos sensaciones como el titubeo sobre cosas por las que hubiéramos hecho lo imposible por alcanzar, o comenzamos a temer equivocarnos, algo que hasta el momento siempre habíamos desconsiderado por el sencillo hecho de que nada nos amedrentaría ante un desafío de bienestar personal (nunca se nos hubiera cruzado por la mente la posibilidad de fracasar, no porque no pueda ser factible, sino porque el hecho de pensar que nos da felicidad luchar por ese fin, nos daba una completud inexplicable durante el proceso, sin tener que evidenciar los resultados necesariamente).
Atravesamos una paulatina pérdida de objetivos que movilizaban nuestra vida y vamos despersonalizándonos al momento en que nuestra esencia va desapareciendo. Para el instante en que nos damos cuenta de ello (algo que suele suceder muy poco y son los demás que verdaderamente nos quieren bien y por ende los enaltece a ellos mismos vernos brillar), ya hubimos dejado de reconocernos en el espejo, estamos pensando como otra persona y hasta dejamos de vernos parecidos a lo que siempre habíamos pensado que podríamos llegar a ser. No es que la vida o el paso del tiempo no nos "surtan" efecto y debamos ser eterna e inmortalmente idénticos a lo que fuimos de jóvenes, sino que se vuelve evidente la falta de brillo personal que dejaba nuestra persona antes de dejar la propia naturaleza de lado.
La razón primordial por la cual debemos cumplir con nuestras convicciones es sencillamente nuestra vida misma. Dejando de ser quienes sabemos que estamos llamados a ser, estamos regalando nuestra existencia y abandonándonos a nosotros mismos a una especie de azar condenable de infelicidad. Y no es algo que querramos para nosotros ni para los que amamos porque después de todo la inmortalidad no existe y por ende debemos aprovechar todos y cada uno de los minutos de nuestras vidas. Para sentir el orgullo de decir que es así como somos y es todo lo que sabemos: ni más ni menos para definirnos.

miércoles, 30 de marzo de 2011

Friend or Foe? / Amiga o enemiga?

"¿Es ya demasiado tarde? Nada hay para salvar / Mirás lejos, para limpiar todo el daño / El significado de las palabras de amor ha desaparecido / Solíamos amarnos una a la otra, dar a la mentira de la otra, cobertura así que ¿sos amiga o enemiga? / Una por la otra vivía por el alma de la otra, ¿sos amiga o enemiga? / Porque lo solía saber. / Las promesas son concesiones sin sustancia / Y ante una muestra de afecto, tratando de tocarte la mano, siento un holograma: / ¿estás ahí aún?"

Hay ocasiones en las que nuestras acciones nos juegan malas pasadas y de vez en cuando, si somos lo suficientemente perspicaces, podemos evidenciar deslices que nos juega la mente que carece de amor propio y se dedica full time a someternos a un boicot de ser felices. Es entonces cuando surge una dicotomía entre el Yo consciente y el Yo inconciente. Por supuesto que este último es el que realmente tiene el "poder" de hacernos accionar y reaccionar a nivel consciente y por su causa es que notamos una ambivalencia en nuestras conductas. Mientras sentimos que nuestra mente nos dicta determinadas cosas, muchas veces llegamos hasta a hacer cosas que están muy alejadas (y hasta en oposición a) de lo que esa voz interior nos dictamina. Por ende, dejamos filtrar desde el inconciente actitudes e incluso formas de pensar que se contradicen a lo que pensamos "a simple vista" (esto es desde nuestra conciencia).
Hay una cuestión, en todo esto, que no puede pasarse por alto y es el hecho de que nuestro inconciente no está "afectado" por preconceptos ni por pautas morales y sociales; en sí, es nuestra esencia más verdadera y fiel de nosotros mismos. Sin embargo, al hacernos actuar de un modo específico (entre el cual puede considerarse el autoboicot) hay una persecución por adelantar lo que Freud denominaba "impulso de muerte", el cual propicia que seamos nuestros propios enemigos y generemos una pesadumbres tan especial para con la vida que el alivio sea únicamente sucumbir ante la idea de ser personas realizadas y ergo, felices.
Por esto, es que a veces actuamos como nuestros peores enemigos y nos dedicamos completamente a ser el mejor haciendo que padezcamos lo que en verdad, deberíamos disfrutar.
Claro está que el cuadro de psicopatología se agrava cuanto más tiempo pasamos enquistados en el cáncer autodestructivo. Y aunque no sea fácil combatirlo/ luchar contra la fuerza interna del "impulso de muerte", es trascendental poder hacerlo, porque en algún momento, si realmente aspiramos a llegar a algún lugar, debemos superarlo.... sino, debemos condenarnos a morir en el intento y eso no es para nada realizador: terminamos siendo un fantasma vagabundo de un mundo hologramado de nosotros mismos, sin poder tocar la mano de quien está efectivamente vivo.

lunes, 28 de marzo de 2011

I Do! / Yo sí!


"(...) Todo el mundo siente de esta forma y Yo sí, también / No podés escucharlo, pero Yo sí / No parecés enojado, pero Yo sí".

Suele sucedernos que tendemos a acumular muchas de las cosas que sentimos decir en determinados momentos
. Muchas veces por causa de una pseudo-diplomacia, otras tantas por falta de carácter de expresarnos y la mayoría de las veces porque desconocemos nuestras armas para poder comunicar nuestro malestar para con los demás, siendo o no responsabilidad (necesariamente) del de al lado.
En la Psicología, esta capacidad para expresarnos de manera "adecuada", sin desmerecer al otro, sin uso de soberbia y dejando en claro que es nuestro punto de vista y consecuente sentimiento el que se dispone a "responder" correctamente ante un "improperio" o "desubicación" del prójimo, se denomina "asertividad". Se trata de poder hacer un uso positivo de la lengua y, éste, acompañado de gestos, lenguaje corporal y una tonalidad de voz tranquila pero firme, nos puedan ayudar, en su conjunto, a no desestimar nuestras formas de demostrarle al otro cuál es el efecto (bueno o malo) que nos causan las palabras de los otros. Estamos poniendo de manifiesto cuáles formas, denominativos, caracterizaciones y calificativos, nos pueden llegar muy profundo; tanto que nos llegan a dañar.
Por ende, es muy necesario, como todo en la vida, poder ejercitar tanto como sea necesario, la
capacidad de ser asertivo. Nos cuesta cuando se trata de poner en marcha un nuevo mecanismo que moviliza todo nuestro ser psíquico y más aún cuando conlleva interacción del cuerpo y el habla (aspecto altamente difícil de manejar). Sin embargo, es menester que para hacer valer nuestra esencia, no nos dejarnos pasar por encima y delimitemos nuestras capacidades de aguantar cosas que no van con nuestros principios y valores.
Lo cierto es que la asertividad va de la mano de la autoestima. Cuanta mayor es esta última, menos nos costará desarrollar la primera, porque más seguros estaremos de lo que pensamos y sobre lo que aceptamos de los otros (y también lo que rechazamos, por supuesto). De otro modo, con baja autoestima, nos costará el doble de trabajo mental el poder hacer valer nuestras formas de pensar, sentir y opinar. Todo el mundo se siente alguna vez de alguna manera y nadie puede escapar de las sensaciones humanas que nos rodean. El enojo, el dolor, la alegría y las ofensas no escapan a ningún ser humano. Empero hay que aprender (y muy bien) a lidiar con ellas y poder comunicarle al otro de un modo no hiriente ni ofensivo, cuál es el efecto inmediato de las palabras que acaba de emitirnos.
Cierto también es que muchas personas no logran evidenciar mucho lo que atraviesa sus mentes pero eso ya es tema de ellos. Acá lo importante es poder sacar de adentro nuestro, a su debido tiempo, y de un modo delicado, lo que nos sucede por nuestro interior, cada vez que nos hieren, nos hacen enojar, nos dan felicidad y/o nos ofenden. Así es como procuraremos un bienestar y un buen entorno en el cual movernos y sentirnos seguros a la hora de poder hallar fuerzas para traspolar esas actitudes a otras situaciones de diverso contenido vincular.

domingo, 6 de marzo de 2011

Mi asignatura pendiente


"Por andar ocupado en el cielo, olvidé que en el suelo se vive mejor"

A veces nos sucede que por hacer los trámites de la vida cotidiana, por perdernos en la vorágine del día a día, perdemos la capacidad de reflexionar si estamos en la senda correcta que es, en definitiva, aquella que nos va a llevar a la realización personal, a reencontrarnos con el deseo que nos guiará hacia nosotros mismos. Esa completud, es de un difícil hallazgo, pero no imposible.
El problema se suscita cuando escapamos a los intentos de seguir en la brecha por la cual debemos transitar para llegar al objetivo de ser quienes somos llamados a ser. Por ignorancia, por oposición o por un mismísimo autoboicot, podemos llegar a condenar nuestras vidas a tener una falta de sentido total si es que hacemos caso omiso a lo que nuestro Yo interior nos está dictando que hagamos para llegar a ser felices.
Lo cierto es que hoy en día, muchas cosas son difíciles de alcanzar. Sin embargo, lo que parece tan lejano es causa de que pensamos que son cosas inalcanzables y por ende, o intentamos llegar a ellas por medio de vagos intentos y escasísimas pruebas, o directamente no apostamos si no es "sobre seguro".
Pero mientras más pasa el tiempo, el vacío de la carencia de realización personal se hace notar y nos va pasando factura por cada asignatura pendiente que no rendimos en tiempo y forma. Perdemos adrede (concientemente o no) las oportunidades de dar el examen que, al fin y al cabo, nos conducirá a una sensación de completud para con nosotros mismos.
Por eso es que tantas veces elegimos perdernos entre las nubes del cielo (esto es, en las nimiedades que nos distraen de la vida cotidiana) y olvidamos que nuestra felicidad está en el momento en que ponemos los pies sobre la tierra de nuestros deseos y comenzamos a transitar, como podemos, la senda hacia nuestro bienestar.
Las asignaturas pendientes, en síntesis, acarrean sensaciones de fracaso y una sucesión de estos, puede causar un abandono fácil por parte del sujeto, si es que no es habitué en el área de la perseverancia. Empero hay que tener bien en cuenta que muchas veces los fracasos los creamos nosotros mismos por temor a alcanzar los objetivos que tan bien nos hacen. Entonces es cuando dejamos asignaturas pendientes como en la facultad y nos limitamos a no escuchar la vos interna.
Y, para ser francos, ... ¿es eso lo que deseamos para nuestras vidas? ¿No sería mejor luchar como seamos capaces de hacerlo, por la propia felicidad?
Para finalizar, dejo un ejercicio que me sirvió mucho para encausar la realización de mis propios deseos. Para hacerlo, no es necesario saber a lo que estamos apuntando a ciencia cierta; sólo debemos pensar qué nos hace felices y con qué actos concretos alcanzamos esa felicidad. Luego, el siguiente paso es dejar por sentado en un papel esos sucesos que tan bien nos hacen para recordar que son trascendentales para que podamos ser felices. Por último, tenemos que ponernos en marcha y ejecutar acciones, o sea: estudiar, "fijarnos una fecha de examen" y poder rendir la asignatura pendiente y por fin dejar de anhelar cosas que sí están a nuestro alcance y por las que muchas veces no queremos responsabilizarnos.

sábado, 19 de febrero de 2011

Reencontrar

Ahí va el hipervínculo de la dulce Raquelita :) debajo de él, les regalo la letra :)

Sientes que al estar, lejos de tu hogar, / Muchas cosas hay que replantear, / En alguien muy distinto te haz llegado a transformar / Te vuelves ha encontrar / Y buscas amistad, en la gran ciudad / Quieres comenzar con serenidad, / Y lo que ayer iba del revés / Más claro que agua ves / Te vuelves a mirar, te empiezas a reencontrar / Por la vida vas, seguro y decidido / Pero menos mal que acabarás perdido / Perderse no es ningún error / A veces es mejor / Te vuelves a buscar, te empiezas a reencontrar / Esperando estás, desde tiempo atrás, / Y ella va a llegar, ella es todo y más /La miras vives por ella y das al final te entregarás / Te vuelves a aceptar, te empiezas a reencontrar / (...) / Te vuelves a inventar te empiezas a reencontrar.

Recordemos que para volvernos a mirar, encontrar, aceptar e inventar necesitamos, alguna vez, atravesar la situación de sentirnos perdidos... sólo así, en el momento en que damos con lo que efectivamente estábamos persiguiendo, aún sin conocer sus características a ciencia cierta, nos damos cuenta que ÉSE es el objetivo por el que tanto luchamos.

domingo, 13 de febrero de 2011

Kick start / comienzo rápido

Necesitamos un comienzo rápido / necesitamos un solución inmediata / necesitamos dar un siguiente paso / si es que realmente estamos dispuestos a empezar /
Nos sentamos en el sofá / mientras miramos la tele / y el teléfono no suena y es perfecto / Aunque no me consuela que estemos jugando como siempre a las cartas / porque es sólo más de lo mismo / una y otra y otra vez /
Así que estoy tratando duramente de hacernos reaccionar / pues estamos atrapados, tenemos miedo y nos quedamos pensando / Las cosas tienen que cambiar / porque estos son pensamientos que no deben contar / ¿puede hacerse algo? / Al menos, podemos no dejar que ellos nos arrastren /
Necesitamos de un gran impulso / para alcanzar la conclusión correcta / y si realmente estamos saliendo a vivir, que podamos lograrlo y empezar.


Para poder comenzar, es necesario decidir por dónde empezar.

domingo, 6 de febrero de 2011

El universo sobre mí

(...) Nada que descubra lo que siento, que este día fue perfecto y parezco tan feliz (...) Quiero vivir, quiero gritar, quiero sentir el universo sobre mi, quiero correr en libertad, quiero encontrar mi sitio (...) Quiero correr en libertad, quiero llorar de felicidad (...) como un náufrago en el mar, quiero encontrar mi sitio (...)

Eva Amaral entona preciosas estrofas que danzan en nuestros oídos cual los bailarines del Cirque du Soleil en las presentaciones que realizan alrededor del mundo que espera con ansias ver el despliegue escénico tan sentido y maravilloso de la libertad. Lo cierto es que no muchas veces tenemos una lucidez que permita que veamos más allá de la propia realidad y presumimos, constantemente, que siempre es uno quien se lleva lo peor. Hasta que llega el momento en que, querramos o no, nos topamos con un espejo que emula nuestras formas de actuar y vemos cuán disgustantes, desagradables y hasta condenables (desde nuestros principios y parámetros) son tales acciones o formas de actuar que tendemos a poner en práctica ya que no lo vemos (en quienes somos) como un acto de soberbia. Empero, lo es. Sucede que no nos damos demasiada cuenta de lo que hacemos hasta que un tercero nos lo hace ver o hace de actor proyectado de nosotros mismos con otro.
Cuando somos capaces de apreciar esta verdad, es cuando experimentamos esa alegría de vivir y las ganas indescriptibles de sentir el universo sobre nosotros y de ese modo, encontrar nuestro lugar en el mundo que no sucede ser nimio, sino, por el contrario, inmensamente importante para muchos, a pesar de que, a simple vista, no querramos verlo porque, cierto es, también, que es una gran responsabilidad emocional y hasta moral saber que uno es necesario para el bienestar del otro: todos aportamos algo a alguien. Estamos en esta vida con un objetivo no sólo de realización personal, sino también de acompañamiento a un prójimo que nos requiere y del cual aprendemos y al cual enseñamos sin siquiera darnos cuenta.
Todos nos sentimos náufragos del destino, atravesamos instantes de incertidumbre y podemos llegar a preguntarnos si en serio hay alguien que nos necesita, porque, la autoestima, está muy por debajo de las cañerías subterráneas. Y es entonces cuando acaece algo que nos asegura que todos estamos en este camino por una causa. No importa cuál es. Después de todo, venimos al mundo para decodificar el jeroglífico que nuestro papiro lleva inscrito en sí. Otro período de tiempo, nos toma ponernos en marcha para la excavación arqueológica que nos indica dicho escrito intransferible (personal y privado) y finalmente, partimos (de cualquier lugar, no sólo me refiero a la vida) al haber aprendido la lección por la cual fuimos puestos en ese sitio.

(...) Sólo queda una vela encendida en medio de la tarta y se quiere consumir.
Todas las velas que se dejan prendidas están ahí para iluminar y no son meras casualidades sus presencias en las tortas de cumpleaños. Cuando se celebran aniversarios de la existencia de cada persona, se está haciendo una doble lectura: se le recuerda que al cumpleañero que su vela no se apagará hasta que se quiera consumir (algo que sucede una vez que se aprendió la lección por la cual está vivo) y, asimismo, se le muestra que es necesario que brille hasta el final de sus días. Porque sólo tenemos, cada quien, una única vela encendida por consumir.

viernes, 4 de febrero de 2011

Fallen / Caída

El cielo se inclinó para tomar mi mano / Y llevarme a través del fuego / Prometía ser la respuesta esperada / Para una lucha larga y dolorosa / La verdad es que he tratado lo mejor que pude / Pero en algún lugar en el camino / Me vi envuelta en todo lo que había que ofrecer / Y el costo fue mucho más que lo que podía soportar / Aunque lo he intentado, he caído, me he hundido mucho / Lo arruiné / debería haberlo sabido / así que no vengas por aquí a decirme "te lo dije ..." / Todos comenzamos con buenas intenciones / El amor era carne viva y joven / Creíamos que podíamos cambiarnos a nosotros mismos / El pasado podía ser deshecho / Pero llevamos sobre nuestras espaldas la carga / El tiempo siempre pone de manifiesto / La luz solitaria de la mañana / La herida que no sana / Es el sabor amargo de perder todo que alguna vez he querido / (...) / El cielo se inclinó para tomar mi mano pero ninguna parte se volvió a mí / Estoy perdida a cerca de los que yo creía que eran amigos / y todo el resto que conozco / Oh!, Ellos volvían la cabeza avergonzados, / Hacían de cuenta que no veían / Pero dieron un paso en el camino y no parece que era aquél que los redimía en su actitud.

Sarah MacLaclan no puede expresar de mejor manera lo que suele acaecerle a las personas que sienten que con cada paso que dan, se sienten entre arenas movedizas. En la vida, todos (TECNICAMENTE) procuramos buenos momentos para nosotros y quienes nos rodean y a quienes amamos. Aunque lo cierto es que muchas veces, no nos damos cuenta (porque el dolor psíquico es demasiado grande como para pensar antes de actuar, aún sabiendo lo que puede llegar a suceder a posteriori) de que el cielo que grita ser prometedor, no es más que un holograma. Armamos un plan perfecto sobre cómo pensamos (queremos pensar) que las cosas saldrán, nos equipamos de la mejor manera posible y empezamos a transitar un camino que pensamos conocer como las palmas de nuestras manos. Nos ponemos en camino con las mejores de las pretensiones y con tantos objetivos como nos dé la imaginación creativa personal. Hasta que un día nos hallamos en la mitad de la nada, habiendo sido atacados por un viento que nos dejó no sólo sin brújula, sino también sin mochila de viaje y, peor aún, solos porque quienes hubieron estado alguna vez planificando con nosotros nuestro viaje, se desentendieron a la primera de cambio (o sea, cuando tuvimos que enfrentarnos al primer inconveniente).
Nadie que de verdad SE ame se juega por un otro y mucho menos se apiada del que sufre o está herido. Es de público conocimiento que a la hora de apostar por el dolorido, la única apuesta existente es cuán rápido morirá en el intento de sobrevivir.
Siempre que nos avocamos a algo, encontraremos en el camino que hay piedras. No dudo que sean "positivamente usables" y hasta necesarias, pero no hay que fiarse de alguien ajeno a uno mismo, demasiado. Las expectativas sobre los demás, que uno no tiene en sí mismo, son meros intentos fallidos de auto-proyección y no podremos hallar en un extraño (ni mucho menos exigir de él) algo que en nosotros no vive. A causa de poner tantas expectativas en otros, sin primero comenzar por nosotros, es lo que nos lleva a caernos y hundirnos. Buscamos incesantemente en otros lo que no logramos evidenciar en nosotros y ese tipo de decepciones que experimentamos al no ver una correspondencia, nos termina haciendo comprar lo que otros nos venden bajo conceptos como "amistad" o "cariño" pero resulta ser que no es sino una mentira que, bien en el fondo, propiciamos para hacer de nuestra existencia un padecimiento. ¿Por qué? Porque no nos animamos a ser felices. Y entonces el autoboicot parece ser la forma merecida por disfrutar y ser felices, hasta que nos damos cuenta de que no es ese el mejor modo de vivir.
Lo cierto y penoso es que cada quien propicia su propio hundimiento y sus caídas estrepitosamente dolorosas. Hasta que un día entendemos que si uno no está bien consigo mismo, es mejor dejarse llevar por "sintonía, percepción, frecuencia, conexión" o como sea que quiera denominarlo. Porque sino, se sigue penando por las heridas que no sanan, algo que si nos empeñamos en racionalizar, continúa en pie, como una sombra eterna para nuestro resplandor. Y todos, en su propia limitación, SIEMPRE PRETENDEN BRILLAR!