miércoles, 21 de diciembre de 2011

Fighting Spirit / Espírutu Luchador

♪ ¿Qué vas a hacer cuando tu amor se haya ido? ¿De quién vas a jugar cuando el juego se haya acabado? ¿Dónde vas a ir cuando el pájaro se haya volado? ¿Cómo vas a jugar cuando estés solo? Mantén el espíritu de lucha de amor ♪

Quizás esas preguntas tan abstractas, sean troncales en la existencia de muchos seres humanos. Quiero decir con ello que, como plantean situaciones de difícil resolución a priori -en el pensamiento deductivo tan propio del previo a cualquier acontecimiento que suceda- el individuo puede llegar a fantasear con diversas respuestas que, a la hora del enfrentamiento con la realidad, puede ni siquiera llegar a condecirse con el accionar que se pone en marcha en ese momento. Podemos pasar toda una vida hipotetizando qué haremos en tal o cual situación pero es más que obvio que si no tenemos la vivencia, todo queda en la teoría. Y quizás, esa teoría que tanto defendemos a rajatabla, en la realidad nunca se asome en lo más mínimo y hasta llegue a pasar al plano de lo erróneo y desechable.  

Podemos hacer uso de nuestra imaginación y pensar que preferiríamos hasta morir ante una situación extrema. Sin embargo, no es eso lo que sucede. Por supuesto que existe el porcentaje de que lo que previamente elucubramos, suceda efectivamente. Pero esas probabilidades son demasiado bajas como para que acaezcan. La mayoría de las veces, no pasa lo que teníamos en mente y todo se desvanece al momento de tener que hacerle frente al suceso que nos desencaja. Quizás, antes de tener que atravesar una x situación, hayamos pensado que no existían fuerzas suficientes como para que nosotros enfrentemos ese imposible. Y empero, en un instante crítico, es nuestro inconsciente quien actúa por nosotros. Nos dejamos llevar y sentimos, una vez que culminó el hecho, que lo que ejecutamos no era parte nuestra la actuante. Y no recordamos -o quizás no lo sabemos- que nuestro inconsciente es nuestro verdadero Yo; es la parte de nuestro psiquismo que actúan sin censura y sin prohibiciones; sin sentir pudor ni valiéndose del qué podrá acontecer si cometo determinado acto en pos de lo que sea (defensa personal, muestra de sentimientos, expresión corporal, etc...).  
Y es entonces cuando nos damos cuenta que a pesar de todas las cosas, debemos mantener un espíritu de lucha, que, ante cualquier avatar, siga vigente para curar sus heridas y levantarse OBLIGATORIAMENTE para la siguiente lucha que viene de modo inexorable. 
Sin ese espíritu de lucha, evidentemente, no nos queda más que rendirnos ante la pulsión de muerte y no es de eso de lo que se trata la vida, sino de empezar las veces que sea necesario, un nuevo camino hacia la felicidad y la plenitud. No quedarnos sentados esperando que la vida pase. Ponernos en marcha y hacerlo lo antes posible.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Starlight / Luz Estelar

En tan sólo un parpadeo, los corazones se unirán / Somos uno, nos encuentran bajo la luz de las estrellas, podría morir, justo aquí en tus brazos / Somos uno, porque bajo la luz de las estrellas, esta noche hemos encontrado al cielo en la oscuridad / No hay silueta en mi mente, sólo somos Tú y Yo / Y mientras la luz estelar brilla / Nuestros cuerpos quedan cegados / Es tan natural, inquebrantable, Nunca te dejaré ir, dejaré ir / Toma mi mano / Acá estaremos hasta el final / Mientras el Nuevo día surge / Me pierdo en tu abrazo / Somos UNO.

El hecho de ser uno con otro, puede darse en muchas relaciones, vínculos y hasta sensaciones.

En esta oportunidad, tomaré como referencia un aspecto de la salud mental y es el ser UNO sólo con una pareja. Por supuesto que mientras varía la cultura, también cambiará este concepto, pero en sí, todas las religions coinciden en que el vínculo de PARIDAD es lo que lleva consigo, intrínsecamente, el anhelo por parte de los dos constituyentes, que no es ni más ni menos que ser UNO. Complementarse con el otro a todo nivel, que haya entendimiento mutuo, que exista el apoyo psico-moral para con el que tenemos a la PAR y por encima de todas las cosas, que se sepa que cualquier cosa que se efectúe en contra de sí mismo, afectará, si existe el amor verdadero, al otro tanto como a uno mismo.
Por supuesto que no es necesario ponerlo en términos de casos extremos, sino que simplemente lo podemos vislumbrar con el día a día, pensando en cuánto nos afecta a uno si nuestro ser amado, está mal, está siendo perturbado por cierto dolor –físico o psíquico- etc.
Eso ya implica la unidad; empezamos a sentir, de alguna manera, que comprendemos la manera en que el otro siente. Entonces es cuando nos comenzamos a comportar como si fuésemos los dos una única Unidad.
Otra forma que no escapa al dolor que siente el otro por causa nuestra es cuando no nos responsabilizamos por cosas que generamos, por los frutos por los cuales luchamos, los cambios para bien que propiciamos y de las transformaciones que hicimos posibles que sucedieran a nuestro alrededor, dado que por ellas estuvimos haciendo grandes esfuerzo que no por sernos de final "feliz" implicaron carencia de dolor. El mero hecho de no considerar lo que logramos concretar para nuestro bienestar, nos conduce a una carencia constante de autoestima y eso genera un consecuente amesetamiento en nuestras emociones. Por tanto, es por partida doble que afecta a nuestro PAR; por un lado, le estamos demostrando todo el tiempo que a pesar de las mejorías, no llevamos el apunte a los "premios" merecidos y por ende éstos pasan desapercibidos -como así también nuestro esfuerzo y consecuente autoestima- sino que también porque siempre estamos insatisfechos con lo que nosotros ejecutamos y estamos dentro de un circuito de carencia que también hace mal al otro porque no sabe cómo ayudarnos a estar mejor -dado que nos quedamos estancados en el mismo nivel de queja eterna de la que no Queremos salir. 

El estar comprometido con alguien a nivel pareja, no sólo implica estar con ese otro por el mero hecho de que nos atrae, sino que lo consideramos un objeto de deseo con el cual no hay diferenciación de nivel: ninguno de los dos está por encima del otro, porque van juntos a la par. Ambos están juntos porque apuntan a un objetivo que es de común unión y esa unión puede darse no sólo en un encuentro sexual, sino también en los abrazos en los que se funden los "amantes" y hasta en el silencio compartido que denota que hay sensaciones compartidas y tan bien entendidas que sobran palabras, pues dos cuerpos sienten de una misma y única forma. Siendo UNO.