lunes, 19 de septiembre de 2011

Equivocada / Mistaken

"(...) Duele reconocer, duele equivocarse y duele saber que sin tí es mejor, aunque al principio no / Me perdí, a penas te vi; siempre me hiciste como quisiste / Porque siempre estuve equivocada y no lo quise ver; porque Yo por ti la vida daba, porque todo lo que empieza acaba / (...) porque cuesta tomar decisiones, porque sé que va a doler (...) / Hoy que no puedo, sigo decidida a dejarte atrás; por tu desamor, lastimada estoy / (...) si así me sentía, no sé por qué seguía apostándole mi vida a él (...)"
En esta canción que Thalía recién canta en un momento crítico de su vida, en el que atraviesa una enfermedad que la hace encontrarse con su verdadero Yo, se ve muy bien reflejada la personalidad de una persona muy acostumbrada a hacer de esclavo y no el amo de su propia vida. Quien no tiene más motivos que vivir por un otro, entonces se agarrará a cualquier discurso y muestra de afecto del que así le demuestre. A pesar de que quien así se exprese lo haga en pos de sacar ventajas, como modo de manipular al carente de afecto (al esclavo de lo que los demás quieren de él/ ella) o por mera perversión, el que no tiene qué persigue y cuál es su esencia, cae en los brazos de algún tipo de manejo externo, ya que no es capaz de lo que significa manejarse por sí mismo. Sin embargo, en cierto momento de la vida del 'sometido' emocional, surge, si es receptivo y lo suficientemente curioso por saber de otras realidades, un cuestionamiento que emerge del interior, paradójicamente, dados los discursos externos positivos que los demás le muestran aunque no quiera ver, porque sabe que tomar una decisión puede hacerle doler. Una vez que el 'sometido' comienza a preguntarse por cómo ha de ser la vida desde otro punto de vista (tal como decía Saussure, "es el punto de vista, lo que crea al objeto -a estudiar- y no otra cosa"), se inicia su paulatina pero firme transformación hacia una persona discriminada y con respeto por sí mismo y sus deseos. 
Por supuesto que el sujeto que empieza a ser, sufrirá en función de lo que hasta el instante en que se embarcó, consciente o no, en el cambio para ser alguien único e irrepetible, fueron "valores" que le pertenecían a una vida dignificada dentro suyo. Entonces se deberá proponer seguir adelante y decidido a dejar atrás todo lo que lo daña psíquicamente hablando (principalmente) y a despegarse del discurso externo que NO condiga con lo que constituye SU discurso interno y propio.
Finalmente, cabe destacar, que muchas veces TODOS en la vida nos hacemos cargo de muchas realidades que no nos pertenecen y llegamos a la conclusión, con el paso del tiempo, que no sabemos la razón por la cual seguíamos ejerciendo tal rol. Debemos tener en mente que no hay personas que tenemos que llevar encima cual mochila de viajante, sino que es nuestro deber sólo responsabilizarnos por nosotros y nadie más. Ya tenemos mucho y hasta demasiado con los deseos personales, las decisiones de auto-libertad, el auto-cuidado y respeto, los defectos y virtudes y las incapacidades que debemos trabajar para ser quienes deseamos ser realmente, como para cargar con la mochila de un otro que nunca aprendió ni quiere aprender lo que significa hacerse responsable de sí. Por eso es que no hay que seguir, bajo ningún concepto, apostando nuestras vidas a los que nos quieren hacer artífices de sus penosas realidades. Son, ellos, meros seres de poco (por no decir nulo) amor propio, y piensan que son "generosos" al compartir ese desamor por uno mismo, con nosotros. Y eso NO es la realidad.

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