miércoles, 4 de mayo de 2011

Cherish / Abrigar


Cansada de corazones rotos y derrotas en este juego / Antes de que empiece este baile quiero que sepas que quiero algo más de ti que una simple aventura / Tú eres mi destino ¿no te das cuenta de que no puedo dejarlo ir nene? / Cupido por favor apúntame!!! Abrigo el pensar que siempre te tendré aquí a mi lado, Oh baby / Abrigo la alegría
que le das a mi vida, siempre la estoy cantando / Abrigo tu fortaleza, Tú tienes el poder de hacerme sentir bien /
Y baby ruego para que nunca nos
separemos, no podría dejarte.
Nunca estuve satisfecha con los encuentros casuales, no puedo ocultar que necesito dos corazones que latan
Con ardiente amor, y así va a ser. Romeo y Julieta nunca sintieron este latido que Yo siento, así que no subestimes mi forma de sentir
"Abrigo" es la palabra que utilizo para recordar tu amor...

Esta añosa -pero no por eso pasada en su aplicación- canción de Madonna, expresa cuánto bienestar nos pueden provocar personas que nos regala la vida. Son seres humanos que debemos abrigar, conservar, proteger y llevar dentro de nuestros corazones porque nos llenan de alegría los días.
A veces nos sucede que encontramos, fabulosamente, una persona específica que nos provoca una inmensa completud y con quien nos topamos no por mera casualidad en esta existencia.
Quiero decir, si nos cruzamos con alguien que nos hace bien y las cosas funcionan bien dando frutos como crecimientos de una persona, superación de temores y encima se llega a una alegría difícil de expresar, eso es percibido por el otro ser implicado en el vínculo y disfrutado tal como uno lo vive. Es por esa razón que ninguna parte constituyente puede darse el lugar de subestimar la forma en que el otro siente y vive las cosas, porque entonces estaría dejando de celebrar la relación, al otro y sobre todas las cosas a sí mismo. Eso se vería reflejadísimo en el día a día de la conexión entre ambas partes y terminaría cualquier lazo afectivo.
Y es justamente para evitar que eso suceda y que podamos rescatar y abrigar en nuestras almas por siempre, lo que más felices nos hace, es que necesitamos jugarnos por quienes sentimos que valen la pena querer y con los que nos sentimos completos y más que nada, que nos significan caricias al corazón.
Así que, tal como dice Madonna, pidámosle nosotros también a Cupido que nos apunte con sus flechas y seamos capaces de conservar ese calor que nos provoca el cariño de y para un otro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario