Yo solía gobernar el mundo / Los mares se alzaban cuando Yo lo ordenaba / Ahora en la mañana Yo duermo solo / barro las calles que solía poseer / Yo solía tirar el dado / Sentir el miedo en los ojos de mi enemigo / Escuchaba como la gente cantaba: "Ahora el viejo rey está muerto, ¡larga vida al rey!" / Un minuto Yo tenía la llave / Al siguiente las paredes se cerraban en mí / Y descubrí que mis castillos estaban construidos /Sobre pilares de sal y pilares de arena (...)
Voy a encarar el tema que trataré en esta publicación con una frase de John Lennon: "La vida es aquello que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes".
Muchas veces no nos damos cuenta de lo que realmente nos está intentando mostrar la Vida, con el día a día. Desde el comienzo debo profesar que soy totalmente adherente a dos preceptos: 1- Todo sucede por algo; 2- La Vida tiene Muchas vueltas (y a esto le podría agregar que tiene la cantidad que necesita para demostrarnos, que al final, hay siempre un por qué en lo que acaece; hasta en lo más ínfimo). Como seres inmersos en una vorágine, estamos la mayoría del tiempo sin siquiera parar un instante para pensar en qué dirección están yendo nuestras cosas. A Todos nos sucede que ni siquiera ponemos atención en la concatenación de los hechos tal y como se nos presentan. Lo cierto es que a veces hay quien nos demuestra con gestos o simples palabras que Todo lo que atravesamos es directamente proporcional a lo que debemos aprender y por eso lo procuramos desde nuestro "Inconsciente". El total de los eventos por los que pasamos es lo que Necesitamos pasar para poder aprender y tener que evitar, a posteriori, volver a pasar por las mismas situaciones (en muchas ocasiones, "necesitamos" tropezarnos con una piedra para así no volver a hacerlo otra vez".
Parece que no, pero siempre que juguemos a ser Reyes, en algún momento deberemos pasar por la situación de vasallo, puesto que en esta Vida estamos para aprender de cada una de las experiencias y hasta que "no aprobemos la materia pendiente" nos la seguiremos llevando a cuestas y por ende no podremos "pasar de grado". Ir superando debilidades que conocemos que tenemos hace que vayamos teniendo un espectro mayor a nivel conciencia y por ende también emocional; así, cada vez entablemos un nuevo vínculo, éste habrá sido fruto del estrato psicoemocional desde el que nos relacionamos y para llegar a determinados estadios deseados por nosotros mismos (por ejemplo, aquél en el que nos encontremos en paz con nuestro Yo y no en una constante guerra) tenemos que haber transitado con "éxito" algunas situaciones que nos eran, a simple vista, una escalada del Monte Everest y que, al final, no era más que parte de una continua prueba de inteligencia. Y ésa nos sirve para ir aprendiendo con qué herramientas contamos para enfrentar nuevos desafíos, conocernos más a nosotros mismos y así tener la capacidad de salir a librar una nueva batalla cada día, habiendo interiorizado las lecciones y no sólo memorizando el camino que se supone que deberíamos transitar.
Después de todo, es altamente probable que mientras nosotros estamos haciendo planes a cerca de cómo transitar un campo específico, la Vida nos haga ver que es Ella quien "decide" por qué lugar tenemos que ir y que a pesar de intentar prever muchas situaciones, quizás sólo se trata de ir haciendo a medida que se nos presentan las cosas, sin hacer tantos "adelantos". Simplemente se trata de salir a batallar y procurar hacerlo sabiendo que estamos dando lo mejor de Nuestro Ser.
