domingo, 25 de septiembre de 2011

Love profusion / Profusión de amor

"Hay demasiadas preguntas, no hay sólo una solución / No hay resurrección; hay gran confusión (...) hay demasiadas opciones (...); no hay comprensión; hay un real aislamiento; hay mucha distracción y lo que quiero es una celebración (...)"
Cuando nos sucede que debemos comenzar una nueva etapa en nuestra vida, por los motivos que fueran, siempre sentimos poca preparación para enfrentarnos con lo innovador. Por supuesto que es más que común y normal sentir temores a lo que desconocemos. Pero hasta ellos tienen una razón de ser y es precisamente la autoexigencia que cada cual se impone a sí mismo. Sin las  innumerables preguntas que nos hacemos, y, por ende, sus posibles respuestas, análisis de opciones para solucionar los diversos 'problemas' que podrían presentársenos a futuro, está claro que dejaría de existir el miedo por lo que está por venir. Ya haciendo presupuestos o preconceptos, estamos aislando nuestra forma de actuar y, de modo inconsciente, predeterminando nuestras acciones consecuentes. Así, entonces, contribuimos a una mayor confusión y lo que puede parecernos controlable, se dispara -en nuestra mente- hacia lugares que nos hacen dudar a cerca de nuestras capacidades para enfrentar lo que vendrá. 
Hay sólo dos cosas que nos pueden, empero, ayudar a combatir esa idea de presagio adelantado que no nos causa más que angustia en momentos inadecuados. Uno es vivir el momento y enfrentar las cosas en el tiempo que debemos y no antes. Hacer hipótesis, juegos adivinatorios o sensillamente comenzar a atajarse a priori por lo que puede alguna vez llegar a suceder, es prácticamente intentar leer el futuro y estar listos ante cualquier eventualidad. Sucede, sin embargo, que hay cosas que van más allá de nuestras capacidades 'premonitorias' y en esto entra el azar. Tenemos que tener en cuenta que hay mucho que se escapa de nuestras manos y no tenemos el control de todo, sino de una ínfima parte de lo que nos toca vivenciar y por ende, no vale la pena gastar energía psíquica en predecir lo que vendrá en pos de evitar algún desenlace negativo. Después de todo, si tuviéramos el poder de ver los problemas venir y contáramos con el tiempo de darles una solución a cada uno de ellos, seríamos incapaces de aprender nada. La inteligencia, definida por Freud como "la capacidad de adaptación a nuevas situaciones", no tendría existencia y el ser humano se reduciría a ser una mera máquina de hacer cálculos matemáticos previos a sus resultados para evitar que así sean. 
Por último y no menos importante, está el amor propio, el cual debe ser abundante, profuso y hasta derramable ante nuestras ópticas de los momentos que vienen. Y esto debería ser así para evitar la angustia y el sentimiento de aflicción por algo que, si bien es potencialmente posible, no es que sucederá por seguro. Entonces, el amor por uno mismo va a consistir en dejar de hacer profecías (en el sentido negativo de la palabra) y así poder evitar un sufrimiento a priori que quizás nunca suceda, motivo por el cual nos estaríamos auto flagelando por algo que nos empeñamos a vivir a destiempo. 
Recordemos, a todo momento, que lo único celebrable es el Hoy, el Ahora. Nada hay como vivir el instante y propiciar sentirse bien a cada momento, porque el tiempo no para y, tal como dice Julieta Venegas, el presente es lo único que tenemos.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Equivocada / Mistaken

"(...) Duele reconocer, duele equivocarse y duele saber que sin tí es mejor, aunque al principio no / Me perdí, a penas te vi; siempre me hiciste como quisiste / Porque siempre estuve equivocada y no lo quise ver; porque Yo por ti la vida daba, porque todo lo que empieza acaba / (...) porque cuesta tomar decisiones, porque sé que va a doler (...) / Hoy que no puedo, sigo decidida a dejarte atrás; por tu desamor, lastimada estoy / (...) si así me sentía, no sé por qué seguía apostándole mi vida a él (...)"
En esta canción que Thalía recién canta en un momento crítico de su vida, en el que atraviesa una enfermedad que la hace encontrarse con su verdadero Yo, se ve muy bien reflejada la personalidad de una persona muy acostumbrada a hacer de esclavo y no el amo de su propia vida. Quien no tiene más motivos que vivir por un otro, entonces se agarrará a cualquier discurso y muestra de afecto del que así le demuestre. A pesar de que quien así se exprese lo haga en pos de sacar ventajas, como modo de manipular al carente de afecto (al esclavo de lo que los demás quieren de él/ ella) o por mera perversión, el que no tiene qué persigue y cuál es su esencia, cae en los brazos de algún tipo de manejo externo, ya que no es capaz de lo que significa manejarse por sí mismo. Sin embargo, en cierto momento de la vida del 'sometido' emocional, surge, si es receptivo y lo suficientemente curioso por saber de otras realidades, un cuestionamiento que emerge del interior, paradójicamente, dados los discursos externos positivos que los demás le muestran aunque no quiera ver, porque sabe que tomar una decisión puede hacerle doler. Una vez que el 'sometido' comienza a preguntarse por cómo ha de ser la vida desde otro punto de vista (tal como decía Saussure, "es el punto de vista, lo que crea al objeto -a estudiar- y no otra cosa"), se inicia su paulatina pero firme transformación hacia una persona discriminada y con respeto por sí mismo y sus deseos. 
Por supuesto que el sujeto que empieza a ser, sufrirá en función de lo que hasta el instante en que se embarcó, consciente o no, en el cambio para ser alguien único e irrepetible, fueron "valores" que le pertenecían a una vida dignificada dentro suyo. Entonces se deberá proponer seguir adelante y decidido a dejar atrás todo lo que lo daña psíquicamente hablando (principalmente) y a despegarse del discurso externo que NO condiga con lo que constituye SU discurso interno y propio.
Finalmente, cabe destacar, que muchas veces TODOS en la vida nos hacemos cargo de muchas realidades que no nos pertenecen y llegamos a la conclusión, con el paso del tiempo, que no sabemos la razón por la cual seguíamos ejerciendo tal rol. Debemos tener en mente que no hay personas que tenemos que llevar encima cual mochila de viajante, sino que es nuestro deber sólo responsabilizarnos por nosotros y nadie más. Ya tenemos mucho y hasta demasiado con los deseos personales, las decisiones de auto-libertad, el auto-cuidado y respeto, los defectos y virtudes y las incapacidades que debemos trabajar para ser quienes deseamos ser realmente, como para cargar con la mochila de un otro que nunca aprendió ni quiere aprender lo que significa hacerse responsable de sí. Por eso es que no hay que seguir, bajo ningún concepto, apostando nuestras vidas a los que nos quieren hacer artífices de sus penosas realidades. Son, ellos, meros seres de poco (por no decir nulo) amor propio, y piensan que son "generosos" al compartir ese desamor por uno mismo, con nosotros. Y eso NO es la realidad.

martes, 13 de septiembre de 2011

Never forget You / Nunca te olvidaré

"Dijimos que éramos una para la otra; que éramos el destino de cada cual; y ahora hemos borrado todo; quizás sea demasiado tarde, ahora es tiempo de que lo podamos entender / Nunca te olvidaré, pero me iré; siempre te respetaré y la vida continúa; nunca te olvidaré, nunca te olvidaré / Me aferraré a la memoria; ahora que Tú y Yo somos historia; y el porqué, nunca lo sabremos; a veces dejas ir algo que tenías muy dentro del alma; / (...) / Nuestros momentos juntos, los mantendré conmigo siempre, pero nuestras almas deben rendirse".

Lena Katina no puede expresar mejor la idea de finalización de una relación muy cercana pero tóxica y tan patológica, que, aún cuando genera dolor, provoca la liberación de ambos sujetos partícipes de la misma. En el video clip, Lena aparece como una tercer persona (sujeto), que se encuentra ante dos ataúdes en el que se encuentran los "objetos" de una locura de a dos (foliè a deux) que despersonaliza de tal forma a ambas partes, que, al intentar separarse, ninguna "logra sobrevivir", porque las tenía atadas / aferradas una simbiosis implícita jamás dicha pero impuesta cual oráculo griego (también llamado, desde la Psicología, "profecía anunciada"). Lo que esta canción refleja desde aspectos casi subliminalmente expuestos, es que en una relación entre sujetos que no se ven como tal -sino como meras "partes inanimadas"- de un vínculo, nace y de hecho va creciendo (al mismo ritmo con el que se diseminan las células cancerígenas en el cuerpo del enfermo) una codependencia que se torna en un preconcepto equívoco a nivel mental y es el hecho de pensar que cualquier forma de ser uno mismo, implica una traición a la otra partícula constituyente del dúo "dinamita" (con esto quiero decir, "potencialmente explosivo"; que en cualquier momento puede estallar). Ante esa posible falta de lealtad, cualquiera de los dos 'sujetos' deseantes de una vida propia, distinguida y diferenciada de la del otro, es reprimida de manera consciente o inconsciente, y es así como se va constituyendo una personalidad que socava mucho (si no del todo) la verdadera forma de ser del sujeto, provocando una mayor predisposición a la dependencia y sometimiento emocional para con el otro. Se tiende a pensar que se es muy y hasta demasiado egoísta al pensar en uno mismo y el amarse y respetarse el propio deseo, llega a ser concebido como una reacción errónea y destructora del vínculo en el que encontramos identidad ¡Grave Error! Si no existe siquiera la discriminación del propio deseo, entonces sí nos topamos con una personalidad "border", ya que el sujeto se encuentra tan apresado del otro ser, que comienza a jugar con el borde, con los límites, con fuego, porque siente que la soga nunca se cortará. Suele extrapolarse el tipo de vínculo 'inquebrantable' que se estableció con un otro, al resto de la vida, pero en el interín, se olvida que el estado de salud (tanto física como mental) no son eternamente reversibles y controlables. Por esta razón, y como en toda simbiosis, siempre se encuentran a un 'sujeto' que ejerce una aparente fuerza de presión psíquica sobre un segundo 'sujeto' muy acostumbrado al debilitamiento mental -desde el exterior-, quien, ante poder ver una mínima posibilidad de liberación, intentará escapar COMO SEA (a veces sanamente y a veces no) de ese sitio donde está siendo coaccionado. Ya lo decía Platón en "La alegoría de las cavernas" que cuando se ha visto la luz, uno no vuelve a ser el mismo, porque fue testigo de algo maravilloso que hasta el momento desconocía. Análogamente, en la psique del "sometido" (que a veces juega de "sometedor", porque el "amo" le da ratos de distracción al "esclavo" para que piense que tiene cierta cuota de control y se piense más que el primero todopoderoso), encontramos que cuando puede ser observador de una realidad variable y más libre que estando en el lugar de eterno deudor, intentará inexorablemente de salirse de donde está aprisionado, para poder alcanzar esa luz que le hizo repensar que quizás, pueda ser él el dueño de su propia vida y el selector del modo en que DESEA vivir dicha vida.
Por eso es que para evitar olvidar al otro, primero debemos acordarnos / nunca olvidarnos de Nosotros mismos. De otra forma, todo lo que hagamos para la mera satisfacción de un tercero, será sinónimo de vacío existencial y tenderemos a caer en una depresión de la cual no será nada fácil salir.
Y por cierto, ¿existe mayor traición que el serse infiel a sí mismo en pos de nunca olvidar al otro? ¿o será acaso que la fidelidad consiste en recordar al otro como ser diferente de uno mismo y por ende no traicionar a quien se es?

jueves, 8 de septiembre de 2011

Stay / Permanecer

 "Vos decís que sólo escucho lo que quiero, no escucho con atención, no presto atención a las distancias a las que estás corriendo hacia alguien o hacia algún lado / Yo no comprendo si a vos realmente te interesa, porque me percibes como aquí, sola y negativa, no, no, no/ Entonces pongo la radio, subo el volumen y escucho que la cantante está cantando mi canción (...)"


 A pesar de que muchas veces los demás -y por qué no nosotros mismos también- nos evidencian como sordos a la hora de escuchar las "verdades", "interpretaciones" que el entorno puede mostrarnos desde sus lugares, esto no siempre tiene que ver con una actitud aniñada o llevada a cabo por mera oposición hacia lo que nos hacen saber; por el contrario, tiene que ver con que nuestro psiquismo opta por escuchar ciertas partes y no otras (aunque a simple "vista" parece que sólo escuchamos lo que queremos escuchar y no prestamos atención y somos tachados de negativos inamovibles). La mayoría de las cosas que parece que pasamos por alto, nos afectan de tal manera que, si no estamos preparados / entrenados para enfrentarlas, inconscientemente las 'dejamos de lado'. No es a propósito, insisto. Es cuestión de considerar que nos duele mucho tener que aceptar, por ejemplo, que una realidad hasta el instante vivida, no es más que una gran mentira. Y es evidente que ver derrumbarse un tótem hasta el momento santificado por uno mismo (inculcado por nuestros antecesores), también se lleva consigo -en el derrumbe- una gran parte de lo psico-emocional que nos constituye como personas que tenemos la capacidad de sentir. 
Así, es como por ejemplo vemos que actúan quienes se evaden de la realidad por medio de métodos que los aíslan del resto de su mundo circundante (en la canción aparece la "metáfora" de prender la radio y subir su volumen), provocando el equívoco pensamiento de que con la reclusión, es todo más fácil. Ojo! Sí, es más fácil al principio, pero con el tiempo esto se vuelve mucho más pesado y doloroso que en el momento en que pudimos habernos enfrentado con nuestros fantasmas y, a la larga, nos pesa. Y esto, porque lo que hacemos al recluirnos, es seguir anestesiando nuestras elecciones de vida.
Lo que sí necesitamos tener en claro es que, si seguimos vivos, aún cuando haya habido gran cantidad de demoliciones en nuestras vidas, es por algo y cada día se nos presenta como una nueva oportunidad para poder recomenzar una nueva construcción, usando la base de los errores que se manifestaron en la caída abajo de la estructura mental previa. Y esa chance, no vale la pena perderla, ya que estaríamos desperdiciando una oportunidad de vivir mejor y, en el fondo, de vivir a pleno, como merecemos. 
Debemos, entonces, seguir apostando y PERMANECER inmóviles ante los avatares de la vida. No somos controladores de exactamente todo lo que pueda llegar a suceder a nuestro alrededor, pero sí somos seres con capacidad de elegir mejorar nuestra calidad de vida y, recomenzar a construir, a partir de los escombros, un nuevo edificio / cuerpo / andamio que esté suficientemente sólido para que nos acompañe el resto de nuestras vidas. Porque a pesar de todo, nos tocó tener que atravesar ese dolor, pero SEGUIMOS VIVOS!