martes, 24 de enero de 2017

This is what You came for / Para esto viniste by Calvin Harris ft. Rihanna

"Y todo el mundo la mira a Ella, pero Ella te mira a ti...Cariño, para esto has venido, (...) Vamos más rápido que lo que podemos jugar, quién sabe por qué debemos ser así, dijimos nada más de lo que necesitábamos; Yo digo, 'es tu lugar, cuando nos vamos' (...)"

Si bien, el significado y la intencionalidad de este texto serán reinterpretadas, y tergiversadamente, aplicadas a mi parecer, creo que eso se debe a que somos diferentes seres humanos quienes damos sentido a lo que vivimos, leemos, atravesamos y escuchamos, por el simple hecho de que todos venimos de diferentes lugares y tenemos diversas historias de precedencia.

Muchas veces no entendemos el porqué de las cosas. Las razones, los motivos dados, las explicaciones que nos damos nosotros a los sucesos, nos parecen vagos y faltos de sentido. Nos empeñamos en buscarle la vuelta, en continuar con los razonamientos hasta metafísicos de lo que experimentamos, con sus cargas emocionales. Y nos perdemos tanto en las explicaciones que le damos, que no dejamos lugar a pensar que todo sucede por un motivo, pero más aún, porque es regulación de la Naturaleza, para el Bien común. Porque todo lo que tenga que suceder, sucederá, y lo que no, no debe ser forzado, sino que debe dejarse fluir. Tendrá otro curso, otra manera de flujo, y otro fin... O se disipará. No estaba destinado a ser.
Sucede que la mayoría de las veces nuestras intenciones están enfocadas y deseadas desde el Yo o Ego. Y no vemos, al elaborarlas, que pueden ir en contra del bien del otro, o hasta del Común, del resto, nuestro ambiente, etc. Tenemos el preconcepto de que necesitamos imperiosamente que las cosas sucedan de una manera u otra, porque dejamos entrometer nuestras convicciones e intenciones, y hasta sentimientos, sin concebir la idea de que todo lo que sucede es por alguna razón, en pos del Bien común.
Puede que no sean los mejores resultados, los que vemos materializados, o exteriorizados. Y por ego, seguimos luchando para que aún así, todo cambie en pos de nuestras intenciones. Y es precisamente el momento para pensar que las cosas que se fuerzan, se presionan, no van a tener un buen curso de acción. Ya sea porque el forcejeo desgasta la relación, o porque el tiempo demuestra que lo ideal no es aplicable o sostenible, el curso volverá al lugar de dónde venía. Entonces, luego de mucho pesar, de mucho rumiar las cosas, entenderemos a la 'fuerza' que eso que sucedió tomó el mejor curso. Y logramos interiorizar que pasó en función del bien común, y lo que es más, para nuestro aprendizaje.

lunes, 23 de enero de 2017

Ti ho voluto bene veramente / Te he querido bien verdaderamente

(...) Me escucharás decirte que el viaje cambia a un hombre / Y el punto de partida ahora parece tan lejos / La meta no es un lugar sino lo que sentimos / Y no sabemos dónde ni cuándo llegaremos / Pasé días enteros sin decir una palabra / Pensé que estabas muy lejos (...)



A veces tendemos a subestimar lo que nuestras emociones y cuerpo nos dicen. Ponernos rojos, nerviosos, ansiosos.... que nuestro corazón comience a palpitar, la sudoración de nuestras manos,  y hasta nuestros actos fallidos, no están diciendo a gritos que nuestro Yo está cambiando y, seguramente, en función de nuestro ambiente. La vida es constante muestra de cambio, y nosotros, claros ejemplos de adaptación homeostática. Nos movemos con el cambio, a pesar de tener todos los miedos que nos nazcan y se nos ocurran.
Y es que siempre recuerdo que he alguna vez leído, "No estarías ahí si no fueras capaz de hacerlo".
En realidad, nos embarcamos en viajes tanto reales como imaginarios, para cambiar. Para ser capaces de desarrollar más aptitudes y capacidades que hasta el momento teníamos dormidas. Para crecer y superarnos cada día. Por eso volvemos, luego, con la mente a esos lugares de dónde partimos, y ya no somos los mismos. Y muy a pesar de nuestros "pesares", nuestra melancolía de retornar iguales, es la manifestación más bella de nuestra autocreación, de nuestra evolución, de nuestro avance.
El viaje cambia a un hombre, y es verdad que por eso viajamos. El punto de partida, debe quedarnos lejos y parecernos una versión pobre y hasta minúscula de nuestro Yo. Sino, el viaje no tuvo sentido.
En el viaje, seguramente, sufriremos un shock de estrés. de emociones que brotan a medida que avanzamos, pero son justamente esas sensaciones, las que nos hacen sentir vivos, que estamos mejorando, que estamos cada día siendo mejores versiones de nosotros mismos. Y aprendemos, entonces, el concepto de Amor. Hacia Uno mismo, especialmente, y hacia el resto, que son quienes nos enseñan, nos sirven de espejo, de regla de medición, de paralelismo... Y sin entrar en la comparación, entendemos el significado de que la meta es importante no saberla a priori, sino que es algo a lo que eventualmente llegaremos, ya con sabiduría personal y Amor...
Claro, que como al mundo venimos solos, es así como, a pesar de que somos amados y ayudados por otros, debemos hacer el camino...Con nuestra propia compañía....