viernes, 31 de agosto de 2012

Didn't wanna do it / No quería hacerlo by Yulia Volkova

"(...) Yo no quería hacerlo, pero lo hice (...)"

¿Qué puede leerse a simple vista de dicha frase? Quiero decir, a nivel de la evidencia mera, se puede notar que a pesar de que desde la conciencia hubo una orden, pero que la misma se vio desautorizada por una contraorden del Inconsciente. Y lo cierto es que muchas veces actuamos por mero "impulso" y no es necesario estar in eternum penando por lo efectuado. No debemos llevar la carga de por vida, siempre y cuando, claro está, no sea algo que haya involucrado el sufrimiento de un otro. 
Si intentamos darle una vuelta, podemos escudarnos en torcer la frase y decir que lo hice sin la "intención" explícita de querer hacer algo que ante las pautas morales y sociales está tachado de "incorrecto". Sin embargo, debemos saber que los impulsos son justamente eso que define la RAE como Deseo o motivo afectivo que induce a hacer algo de manera súbita, sin reflexionar. Ya estamos viendo que desde el concepto de impulso se habla de falta de reflexión y es justamente la carencia de filtro "moral, ético, social" lo que caracteriza, entre otras cosas, al Inconsciente.  
Muchas veces, efectuar impulsos puede generar dos tipos de reacciones psíquicas: o bien arrepentimiento o, algo más llevado a la patología (si se trata de una recaída de los efectos sobre el propio cuerpo del sujeto, o sea sin involucrar a un otro, lo que Piaget llamó estado de Egocentrismo Radical, algo bastante utópico en un adulto, puesto que tal estado tiende a irse "diluyendo" a través del proceso de descentralización) y es el acostumbramiento a la realización de actos impulsivos que lo lleven al sujeto a un goce particular, caso en el cual ya estaríamos hablando de una enfermedad psíquica. 
Empero, existen personas que encuentran en los impulsos placeres al menos momentáneos y no necesariamente tienen que ver, los actos impulsivos, con "dañar" el psiquismo / cuerpo del sujeto actuante. Hay casos en los que se llega a la impulsividad por curiosidad y si los actos "súbitos" son aceptados por un otro participante o por la misma conciencia de la persona, entonces no se puede hacer un juicio moral del acto.
A fin de cuentas, a pesar de que no se quería hacer algo, se lo terminó efectuando...

sábado, 25 de agosto de 2012

Nothing fails / Nada falla by Madonna


(...) Siente el latido de mi corazón / que dice que sos vos quien está dentro suyo / Podrías tomar todo esto, o sacártelo de encima / Yo todavía te ofrezco esa chance / Porque he escalado el árbol de la vida / Y por eso que ya no se asusta si me caigo / Cuando me pierdo en el espacio / Puedo volver a este lugar / Porque, vos sos quien está aquí / Nada falla / No hay más miedos / Nada falla / Te llevaste mis lágrimas / Yo no soy religiosa / Pero me siento tan conmovida / que me dan ganas de rezar / y rogar que siempre estés aquí / Yo no soy religiosa / pero siento tanto amor / que me dan ganas de rezar (...)


Quizás alguna vez nos suceda. En realidad estoy segura de que a todos nos pasa en algún momento, que tenemos una insaciable necesidad de expresarnos, de liberar nuestros deseos, de gritar a los cuatro vientos qué sentimos y esas escapadas que se da nuestra alma en cierto instante, nos hace sentir con mucho amor para dar. El significado a nuestras vidas, se lo damos nosotros y tenemos que aprender a comunicarnos con nuestro corazón; a dejar de temer que algo falle, porque si somos nosotros quienes optamos por algo, nada falla.

Si llegáramos a caer, por cualquier motivo, no deberíamos asustarnos porque después de todo, siempre aprendemos. Más aún, cuando contamos con gente que amamos y está siempre en constante conexión con nuestras mentes.
Es continuo el mensaje que entre todos nos comunicamos con los que nos rodean. Hay sencillas sensaciones de estar en relación con lo que desde la Psicología se conoce como el "otro generalizado" pero que en realidad, es un reflejo intacto del Yo. Por eso es que cuando estamos en lucha interminable con nuestra persona, no podemos más que estar en "guerra" con los demás. No vamos a hallar otra cosa que la que podamos dar, puesto que todo vuelve. Sin aprender a amar al otro, a aceptarlo tal como es, no podemos efectuar tales "acciones" para con Nosotros mismos. Y eso, daña el alma del ser humano. 
Si escuchamos qué estamos sintiendo, le damos cabida y dejamos entrar nuestras sensaciones, entonces sí sabremos que nada falla. Al final, es sólo cuestión de hacernos caso a nuestras "corazonadas", a lo que desde el interior, nos está pidiendo a gritos que salgamos a intentar.