lunes, 20 de septiembre de 2010

Live / Vivir

Un millón de estrellas alumbran esta hermosa noche * esta no es una noche para morir * déjenme bailar y cantar * estar cerca del cielo * tengo tanto amor por dar, por dar * quiero una oportunidad para vivir * vivir por aquellos que amo * amar como nadie ha amado * dar sin esperar nada a cambio * ser libre, ser libre para encontrar mi camino * ser libre para decir lo que quiero * ser libre para ver el día * ser como solía ser * ser como un salvaje pero libre * con todo de la vida en mí * Aunque este mundo se empeñe en desecharnos * nosotros seguimos juntos en mi corazón * quiero que el mundo escuche mi grito de alegría * y aún si tuviera que morir * mi amor no moriría * el amor cambiará el mundo

Esas líneas son las más liberadoras de todas las alguna vez entonadas por alguien. Y son tan emocionantes, tan llenas de sentimiento que no cabe duda que se engarzan como zafiros en oro blanco con la voz de Celine Dion.
Es difícil darse cuenta cuánta belleza es vivir. Si bien es cierto que tenemos que enfrentar días o momentos duros, si tan sólo nos detuviéramos a admirar la hermosura que nos rodea, lo felices que podemos ser sólo un instante junto a los seres que queremos, respirar un par de segundos un aire que nos libere de tensiones, escuchar la canción que más nos gusta.... si fuera posible detenernos, aunque sea un momento para SENTIR, no sería tan difícil pensar en que la vida es un regalo estupendo.
Es algo indescriptible poder disfrutar de esos momentos en paz que la vida nos da (aunque sintamos que son pocos, lo cual sucede porque nos empeñamos en opacarlos con lo que la vida no nos dio aún).
Ser capaz de ver la grandeza de una noche con estrellas brillando para nosotros, pensando que nos están dedicando un baile, es un don precioso que todos tenemos y que no siempre sabemos aprovechar. ¡Ni que hablar de aquellas noches estrelladas en las que estamos con la persona que nos hace felices y, tal como muestra la imagen, podemos hallar calma a su lado! Y quizás también ponernos a bailar un tango bajo el cielo despejado de noche....

Esos momentos son mágicos y deberían ocupar más nuestros presentes. Además, son los que nos deben acompañar cuando pensamos en que el sol se escondió de nosotros...
Por último, quisiera hacer hincapié en la última frase de la canción: "el amor no morirá y cambiará el mundo". He tomado la actitud de decir qué siento por las personas y hacerlo en el momento en que lo siento. Me parece que esperar el instante adecuado no hace más que dilatar cosas que puede que nunca lleguen a puerto si esperamos "el tiempo justo". Francamente, si debiéramos esperar el momento justo para hacer las cosas que sentimos, nunca llegaría ese momento. Eso de "justo" no es más que una idealización y para que se dé, deberíamos aguardar una eternidad que, obviamente NUNCA llegaría.
Los que me conocen y pueden estar conmigo seguido o relativamente seguido, van a poder apreciar que desde hace unos días, decidí decir las cosas en el momento en que las siento y dar sin esperar nada a cambio. Después de todo, nunca sabemos si al siguiente momento todavía seguimos ahí y continuamos sintiendo lo mismo.
Piénsenlo. Quizás sea una excelente forma de no quedarse con la garganta llena de cosas preciosas para decir, sin poderlas compartir con el destinatario al que van dirigidas.

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