domingo, 12 de septiembre de 2010

Exprésate / Express youself


Lo que necesitás es quien te haga sentir como una reina en su trono (...) así que no vayas por el segundo mejor, poné tu amor a prueba, sabés que debés hacer que él exprese qué siente y así te darás cuenta de si es un verdadero sentimiento (...) merecés lo mejor en la vida, así que si los tiempos no son buenos, movete de allí; a veces el segundo mejor no es suficiente y harías mejores cosas por vos misma (...) Y cuando no estés, él lo lamentará, pero no te detengas, seguí camino y lo tendrás valorándote si es que te quiere.

¿Porqué no procurar que nuestras relaciones tengan esas características?
Estoy hablando de todos los vínculos que puede establecer un ser humano, como ser: amistad, compañerismo, pareja, filiación, conocidos....
Si tan sólo pudiéramos entablar vínculos positivos en que se nos valorase nuestra persona, tanto como debemos valorar al otro, no creo que existiese, en el mundo real, un "segundo mejor", un individuo de lugar no primero pero que no es tan 'malo' como el que tiene el tercer puesto.
Pero no me voy a encargar de eso en esta entrada.
Retomando el tema que planteé y, considerando que estamos en un mundo que dista mucho de llevar a cabo lo que antes "propuse" en el párrafo anterior, me pregunto cuánto de lo que procuramos para nosotros es realmente el 1° puesto (en este caso en las formas de conectarnos con otros) y no uno 2° que no sólo no es lo mejor que podemos encontrar (nunca sería lo perfecto, sino lo menos imperfecto posible: somos humanos, ergo, nadie es perfecto) sino que muchas veces nos puede opacar la esencia.
Es decir, quizás decidimos vincularnos con alguien que nos agrada, pero no nos terminan de cerrar muchas conductas que tiene ante nosotros. Pero aún así, e inclusive dándonos cuenta, seguimos en la misma y esperamos a que un día pase el hada madrina y convierta al otro en una hermosa carrocería, siendo una calabaza. Que a muchos puede alimentar esa calabaza, no hay duda; ahora: no se va a convertir en carrocería simplemente porque no existen las hadas madrinas. Y volvemos a caer en lo mismo de siempre: nos ponemos a llorar porque la calabaza no nos "alimenta" de la forma en que queremos. Y eso ¿por qué? Porque anhelamos comernos una carrocería lujosa; esto es: estamos esperando obtener, por arte de una magia inexistente, que lo que obtuvo el segundo puesto, sea -SÓLO PORQUE ES NUESTRO DESEO- el primero. Y no va a ser así JAMAS.
Y lo que más importa es que si realmente nos quieren, entonces, sin dejar de ser como son, van a expresarse y, sobre todas las cosas, nos van a dejar expresarnos a nosotros. Si en un vínculo, existe una parte que calla a la otra porque no se banca que le demuestren cuánto se lo quiere, entonces es una relación "enmudecedora" y no vale la pena que perdamos tiempo en ella. Después de todo, una verdadera reina es quien deja expresarse al otro y, no por ello, deja de evidenciar lo que piensa, siente u opina de quienes la rodean y hacen de su reinado un hecho factible.

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