domingo, 21 de noviembre de 2010

Yo y mi imaginación / Me and my imagination

Me And My Imagination

Vamos a jugar un juego, sólo vos y yo / Nunca debes ser ganado, tan fácilmente / Tus ojos son el premio, Yo también valgo la espera / Y no es necesario saber el final pues querido / la magia está donde el mito se mantiene / estoy bajo tu conjuro, no me liberes / Nunca abandones el juego / trata de mantenerme entretenida, baby / no lo hagas demasiado fácil / dejá algo para mí y mi imaginación / Somos una posibilidad cuando lo haces duro para mí baby / no estoy apurada / dejá algo para mí y mi imaginación / No necesito saber todos y cada uno de tu trucos / así que mantenme en vilo, baby / pues escondido en tus ojos hay un misterio / Quiero entrar donde se mantiene la magia y el mito se remite / estoy bajo tu conjuro, no me liberes.

Cierto es que a las relaciones se las necesita alimentar de algún modo especial, indirecto y evidenciando los sentimientos de forma camuflada y disfrazada. Ir al grano de forma muy lineal, no sólo tira abajo todo juego de seducción sino que también pincha el globo de la erotización por parte del otro. Quiero decir, el ambiente psíquico de la incertidumbre provoca una mayor fantasía y dar rienda suelta a la imaginación es importante para mantener la motivación que nos mueve hacia el otro para poder vislumbrar lo que hay detrás de ese juego.
La realidad es que el desafío erotiza y por ende, todo reto ante los ojos humanos, implican un encause de la libido (energía psíquica sexual) que tienen como finalidad la movilización de la persona con una consecuente puesta en práctica de actos que hagan que el otro demuestre lo que esconde bajo la manga de sus accionares.
"Lo que fácil viene, fácil se va", suele decirse. Y lo que se gana con poco esfuerzo es tachado de fácilmente alcanzable, por lo cual, aunque tenga un valor análogo al del platino, muy poco valuado será por aquel que encontró tal metal precioso de una forma tan simple. Para darles el precio que merecen, a las cosas hay que poder llegar por medio de "trabajo duro". Éste, puede o no existir en tanto el objetivo sea o no muy lejano (y por ende desafiante). Mientras dejemos que la pelota quede picando dentro de la mente del otro, estaremos incentivándolos a que se permitan fantasear con una parte oculta de lo que les ponemos ante sus ojos de forma indirecta.
La posibilidad de fantasear es lo que permite que las relaciones no se agoten en sí mismas y que, junto a ello, sigan creciendo, porque se fortalecen partes que surgen a partir de la imaginación de los dos seres implicados (que hacen tanto al conocimiento del otro como al personal) en lo que respecta a la relación per se.
Lo cotidiano aburre y termina haciendo que nuestras cabezas generen el preconcepto de que siempre será todo igual. Si bien responde a una ternura inherente de muchos seres humanos, la demostración y el decir lo que se siente, hay veces en que es necesario callarse para que el otro piense que se está otorgando algo y por ende, pueda imaginarse mil cosas. Si alguien se manifiesta constantemente al alcance de la mano del otro, pierde su valoración personal, porque todos debemos hacernos desear y también es derecho nuestro que luchen por obtenernos. Que nos ganen es parte del juego de la seducción y para ello es imprescindible que dejemos al otro y a su imaginación algo sobre lo cual repensar. Y obviamente, debemos también exigir (algo que queda implícito desde el momento en que uno se marca como territorio de difícil ingreso) que se nos dejen cosas para nosotros y nuestra imaginación.

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