domingo, 18 de noviembre de 2012

The Unforgiven / El imperdonable by Metallica

"(...) Lo que he sentido, lo que he sabido, nunca se vislumbró a través de lo que he hecho / el nunca ser, el nunca ver, hará no poder ver lo que podría haber sido /  Lo que he sentido, lo que he sabido, nunca se vislumbró a través de lo que he hecho / Nunca libre, nunca Yo, y así me nombro 'Tú, El Imperdonable' (...)"

La única causa injusta que una persona puede llegar a repocharse toda su vida es el no ser auténticamente lo que sabe que es, o, si no lo sabe, no buscar dentro de sí para hallarse como ser independiente y autogestionado (y no gestionable / maleable). 
Es absolutamente entendible que puedan darse casos de mala interpretación sobre qué se desea ser a futuro, o en un mientras tanto que suele acaecer durante el período de adolescencia (tiempo cuya duración puede discutirse hoy día en que la misma suele abarcar más años de los que deberían y por ende dilatarse). También hay casos de desorientación vocacional, identitaria, sexual y hasta de objetivos a corto plazo. Lo cual es mucho más frecuente de lo que se tiende a pensar. Junto con el multitasking, dentro de las empresas, eso no es más que el plasma en un ámbito como el laboral, de lo que un ser humano está capacitado para hacer y que también evidentemente influye sobre él a la hora de decir qué camino tomar. 
Sin embargo, el problema se suscita en dos casos, específamente. A saber: 1- no sabiendo, qué rumbo tomar, no indagar en cuál es el que se condice con nuestros deseos para dejar de ser un autómata manipulado por los otros;
y 2-sabiendo cuáles son nuestras tendencias y nuestra real forma de ser felices, no poniéndolas en práctica. 

Quizás muchas veces no sepamos perfectamente qué preferimos, qué nos haría más felices y completos, pero quizás haya muchas cosas que generen este tipo de bienestar en nosotras y vuelvo al tema de la multifunción, puesto que como seres humanos, somos creativos y también nos puede hacer bien y estar en paz con nosotros, si elegimos más de un área para desarrollarnos. De todas formas, lo que podemos llegar a saber de una forma positivamente más acotable (puesto que la lista de lo que nos gustaría hacer, puede ser bastante larga) es saber poner en práctica (con previa enunciación para si mismo) qué es lo que NO deseamos para nosotros por nada en el mundo.
Somos más que responsables cuando no respetamos eso último, ya que es una forma de ser totalmente culpables por no ser ni sentir como realmente sentimos que nos pide a gritos nuestro ser, y por tanto es ahí cuando nos convertimos en seres Imperdonables: no ser algo que deseamos, que sabemos por seguro que nos hará bien, es traicionarnos a nosotros mismos sea el motivo por el que fuera. Por ende, es algo altamente reprochable para con uno mismo y eso va generando una degradación de propio ser, tal que pueda ser más maleable y manejado por otros. 
El no respetar nuestras sensaciones, nuestros pensamientos, nuestras necesidades, es faltarnos a nosotros mismos y no nos va a hacer mejores personas el hecho de hacer las cosas por y para los demás. Si no nos tenemos a nosotros, nadie nos puede tener desde un lugar verdadero, porque al final, nunca se llega a saber qué tipo de persona hay efectivamente detrás de nuestro Yo acatador de las órdenes externas. Por ende, también estamos vendiendo algo que no somos, lo cual es doblemente imperdonable. 
Y más de las veces que podemos ver esto por nosotros mismos, estamos evidenciando a cada segundo que no somos realmente nosotros sino un producto mal logrado por el otro y poniendo en práctica un modelo con el que no sólo no estamos a gusto, sino que muestra nuestro dolor al no ser y comenzamos a dejar ver signos de auto-disgusto para con nuestras actitudes. Eso, a la larga, puede volverse un motivo de patología mental que llevará a quien esté en tal lugar, hasta inclusive un odio personal que derive en actos de autodestrucción. Y todo por no hacernos caso. Irrisorio, no? Pero para pensar con nuestras personas internas y no con los demás extraños....

No hay comentarios:

Publicar un comentario