sábado, 25 de agosto de 2012

Nothing fails / Nada falla by Madonna


(...) Siente el latido de mi corazón / que dice que sos vos quien está dentro suyo / Podrías tomar todo esto, o sacártelo de encima / Yo todavía te ofrezco esa chance / Porque he escalado el árbol de la vida / Y por eso que ya no se asusta si me caigo / Cuando me pierdo en el espacio / Puedo volver a este lugar / Porque, vos sos quien está aquí / Nada falla / No hay más miedos / Nada falla / Te llevaste mis lágrimas / Yo no soy religiosa / Pero me siento tan conmovida / que me dan ganas de rezar / y rogar que siempre estés aquí / Yo no soy religiosa / pero siento tanto amor / que me dan ganas de rezar (...)


Quizás alguna vez nos suceda. En realidad estoy segura de que a todos nos pasa en algún momento, que tenemos una insaciable necesidad de expresarnos, de liberar nuestros deseos, de gritar a los cuatro vientos qué sentimos y esas escapadas que se da nuestra alma en cierto instante, nos hace sentir con mucho amor para dar. El significado a nuestras vidas, se lo damos nosotros y tenemos que aprender a comunicarnos con nuestro corazón; a dejar de temer que algo falle, porque si somos nosotros quienes optamos por algo, nada falla.

Si llegáramos a caer, por cualquier motivo, no deberíamos asustarnos porque después de todo, siempre aprendemos. Más aún, cuando contamos con gente que amamos y está siempre en constante conexión con nuestras mentes.
Es continuo el mensaje que entre todos nos comunicamos con los que nos rodean. Hay sencillas sensaciones de estar en relación con lo que desde la Psicología se conoce como el "otro generalizado" pero que en realidad, es un reflejo intacto del Yo. Por eso es que cuando estamos en lucha interminable con nuestra persona, no podemos más que estar en "guerra" con los demás. No vamos a hallar otra cosa que la que podamos dar, puesto que todo vuelve. Sin aprender a amar al otro, a aceptarlo tal como es, no podemos efectuar tales "acciones" para con Nosotros mismos. Y eso, daña el alma del ser humano. 
Si escuchamos qué estamos sintiendo, le damos cabida y dejamos entrar nuestras sensaciones, entonces sí sabremos que nada falla. Al final, es sólo cuestión de hacernos caso a nuestras "corazonadas", a lo que desde el interior, nos está pidiendo a gritos que salgamos a intentar. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario